EEUU actualizó sus controles sobre la exportación para impedir que el régimen chino obtenga chips de última generación

17 octubre 23
EEUU actualizó sus controles sobre la exportación para impedir que el régimen chino obtenga chips de última generación

Por Infobae

El Departamento de Comercio actualizó y amplió el martes sus controles sobre la exportación para impedir que el régimen de China adquiera chips de última generación y los equipos necesarios para fabricarlos.

Hace un año se aprobaron los primeros controles para contrarrestar el uso de los semiconductores con fines militares, que incluyen el desarrollo de misiles hipersónicos y la inteligencia artificial.

“La intención de estos controles sobre la exportación es proteger tecnologías que tienen claras implicancias para la seguridad nacional y los derechos humanos”, dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en una conferencia de prensa telefónica. “La amplia mayoría de los semiconductores seguirán siendo irrestrictos. Pero cuando identificamos amenazas a la seguridad nacional o los derechos humanos, actuamos de manera decisiva y en concierto con nuestros aliados”.

Las actualizaciones son producto de consultas con la industria y análisis tecnológicos. Habrá una zona gris que se vigilará, ya que algunos chips pueden tener uso militar aunque aunque no reúnan los requisitos para caer en las restricciones comerciales.

“A menudo hay tecnologías de doble uso y las mismas tecnologías que sustentan los intercambios comerciales, por desgracia, a veces también pueden permitir a nuestros competidores modernizar su ejército, espiar a sus ciudadanos y consolidar su opresión”, agregó Raimondo.

Las restricciones a la exportación de chips pueden extenderse a empresas con sede en Macao o cualquier lugar sujeto a embargo armamentista por Estados Unidos, con el fin de impedir que esquiven los controles y vendan semiconductores a China.

Así, se han reforzado las normas impuestas en octubre de 2022 para evitar que las empresas puedan sortear las medidas de forma indirecta. Tras la entrada en vigor de estas restricciones, Nvidia lanzó el año pasado nuevas versiones de sus procesadores de alta tecnología H100 y A100 específicamente diseñados para su comercialización en China y que contaban con un rendimiento menor que se ajustaba a los requisitos entonces impuestos

Los componentes y procesadores fabricados por Nvidia, AMD o Intel se han vuelto indispensables para las empresas tecnológicas que trabajan con IA, gobiernos y ‘start-ups’, por lo que las nuevas limitaciones estadounidenses sobre los procesadores A800 y H800 (Nvidia) o el chip Gaudi2 (Intel) han afectado a la cotización en bolsa de las mismas.

En el caso de Nvidia, cuya facturación en el ‘gigante asiático’ supone el 25% del total, vieron sus acciones ceder este martes después del mediodía en el Nasdaq más de un 3%, mientras que AMD e Intel hicieron lo propio con caídas cercanas al 0,5% y el 1%, respectivamente.

Las actualizaciones también incluyen nuevos requisitos para dificultarle a China la fabricación de chips de punta en el exterior. Se ha ampliado la lista de equipos de fabricación bajo control, entre otros cambios.

Los controles sobre la exportación han enfurecido al régimen de chino, para el cual el diseño y fabricación de semiconductores de punta es esencial para sus fines económicos y geopolíticos. Raimondo ha dicho que las restricciones no buscan perjudicar el crecimiento económico chino.

Funcionarios del gobierno chino prevén asistir a la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco en noviembre. El presidente Joe Biden ha insinuado que se reuniría con su contraparte chino Xi Jinping, aunque no se ha confirmado el encuentro.

La primera ronda de restricciones se centraba en la potencia y la velocidad a la que los chips se comunicaban unos con otros. Ahora, estos parámetros se sustituirán por la “densidad del rendimiento”, lo que impedirá que las firmas puedan encontrar soluciones alternativas. De esta forma, los chips con velocidades de entre 150 y 300 teraflops no podrán ser exportados si su densidad excede los 370 gigaflops por milímetro cuadrado.

Aquellos chips que operen a tales velocidades, aunque con un rendimiento inferior, estarán en una “zona gris”, por lo que las empresas podrán venderlos a China, pero deberán notificar la transacción al Gobierno estadounidense.

De su lado, los chips para electrodomésticos, como los destinados a teléfonos inteligentes o el ‘gaming’ quedarán exentos de estas reglas, pero deberán comunicar la exportación de chips de más de 300 teraflops.

Además, según informó el Financial Times, un funcionario del Departamento de Comercio comunicó que dos firmas chinas serán añadidas a una lista negra que dificultará su acceso a tecnología norteamericana por estar involucradas en el diseño de chips que, supuestamente, lesionan la seguridad nacional de la primera potencia mundial.