Expertos advierten que Corea del Norte continúa desarrollando sus misiles, pese a las promesas de Kim Jong-un a Donald Trump
12 noviembre 18La dictadura comunista destruyó un centro de pruebas nucleares y reclama el levantamiento de sanciones de Estados Unidos, pero en secreto mantiene sus actividades en más de 10 bases para la producción de cohetes, a menos de 100 kilómetros de la frontera
Por: Infobae
El régimen de Kim Jong-un, que prometió a Estados Unidos desmantelar su programa nuclear a cambio de la reducción de sanciones económicas, sigue desarrollando la producción de misiles balísticos en 16 bases escondidas, según advirtió este lunes el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, un think tank basado en Washington.
En mayo, Corea del Norte hizo estallar un centro de pruebas nucleares ante periodistas, aunque vetó a los expertos internacionales. En julio, tras la cumbre entre Kim Jong-un y Donald Trump, la dictadura comunista continuó con el desmantelamiento de un sitio clave para el desarrollo de misiles, aunque semanas después hubo evidencias de un freno de estos trabajos. Ahora, si bien los puntos más importantes del programa de los Kim continuarían sin un uso intensivo, la actividad creció en otras sedes.
«Las bases están claramente activas. No es que se hayan paralizado o estén en decadencia», advirtió Victor Cha, autor principal del informe y experto en la península coreana que incluso fue considerado para ser embajador en Seúl, pero luego descartado por su oposición a algunas posturas de la Casa Blanca.
La investigación se basa en múltiples imágenes satelitales que analizan los movimientos en el territorio norcoreano, así como en los testimonios de investigadores y desertores del régimen.
Los norcoreanos están intentando «maximizar sus capacidades», según indicó Joseph Bermudez jr, coautor del estudio. Además, resaltó que cada misil en estas bases puede cargar una ojiva nuclear. «El esfuerzo invertido en construir estas estructuras y en dispersarlas es impresionante», añadió.
Aunque las imágenes satelitales fueron tomadas en marzo, antes de la cumbre donde los mandatarios se prometieron los avances, Cha explicó al New York Timesque «el trabajo norcoreano está continuando» y se mostró preocupado por sus consecuencias.
Según indicó, es posible que el presidente estadounidense «acepte un mal acuerdo», en el caso de que Corea del Norte solo desmantele una base y, en cambio, consigan un acuerdo de paz, pendiente con el Sur desde el fin de la guerra. «Trump declararía la victoria, pero la amenaza seguiría allí», advirtió.
El informe además señala que si las tensiones vuelven a elevarse entre Pyongyang y la alianza entre Washington y Seúl, el régimen puede movilizar sus misiles a una zona de lanzamiento y tenerlos listos para ser utilizados en menos de una hora.
Además, las bases analizadas, en su mayoría, están ubicadas en zonas montañosas que fungirían como una protección natural ante un posible ataque aéreo.
Fuentes de inteligencia de EEUU y Corea del Sur calculan que el ejército de Kim tiene un arsenal de entre 40 y 60 bombas nucleares.
Si bien el presidente estadounidense mostró un amplio optimismo por el presunto cambio de conducta de Corea del Norte y aceptó suspender ejercicios militares, la Casa Blanca tomó mayor prudencia en las últimas semanas, incluso cancelando una reunión bilateral ante la falta de avances concretos.
De todas formas, Trump celebra como un triunfo el hecho de que el régimen no haya vuelto a realizar nuevos lanzamientos nucleares, necesarios para perfeccionar su tecnología atómica. Pyongyang logró desarrollar un misil de alcance intercontinental, lo que puso al territorio estadounidense dentro de su radar, pero persistían las dudas sobre su capacidad de transportar una ojiva atómica.