Pakistán vive un viernes negro a dos días del cierre del Ramadán. Con un intervalo de horas, se produjeron tres atentados que dejaron hasta el momento al menos 25 muertos y más de 100 heridos.
Al menos 15 personas murieron y otras 70 han resultado heridas en una doble explosión en la localidad de Parachinar, en las áreas tribales del noroeste de Pakistán, en el segundo ataque insurgente ocurrido este viernes en el país.
Las dos detonaciones se produjeron a las 17:30 hora local (12:30 GMT) con un intervalo de unos tres minutos en un mercado del centro de la ciudad, capital de la región tribal de Khurram, cuando muchas personas estaban realizando compras, explicó a la agencia de noticias EFE Ikram Ullah Khan, máxima autoridad de la administración regional.
«Las fuerzas de seguridad han acordonado el área y se ha declarado el estado de emergencia en los hospitales», aseguró a EFE un portavoz de la Administración de Khurram, Ghulam Khan, al advertir de que el número de muertos podría aumentar en las próximas horas.
El ataque, ocurrido a dos días de la importante festividad musulmana de Eid-ul-Fitr, que marca el fin del mes sagrado del Ramadán, es el segundo atentado ocurrido este viernes en Pakistán.
En la mañana, un ataque suicida con coche bomba causó 11 muertos y 25 heridos cerca de un cuartel de la Policía en la ciudad occidental de Quetta.
La autoría de la primera acción fue reivindicada por el grupo Jamaat-ul-Ahrar (JuA), escisión de la principal formación talibana paquistaní, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), y también por los yihadistas del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
Hasta el momento ningún grupo se ha atribuido la autoría del atentado en Parachinar, una zona de mayoría chií y habitual escenario de ataques sectarios.
A finales de marzo, 22 personas murieron y decenas resultaron heridas en un atentado con coche bomba cerca de una mezquita chií para mujeres en Parachinar, donde hace dos meses de nuevo la explosión de una mina causó 14 muertos, todos ellos pertenecientes a esa minoría religiosa.
Pakistán lanzó en febrero un operativo militar en todo el país contra los insurgentes, bautizada como operación Radd-ul-Fasaad (Eliminación de la discordia, en árabe).
La ofensiva es una continuación de otra operación que se puso en marcha en las zonas tribales en junio de 2014 y con la que el Ejército asegura haber abatido a 3.500 insurgentes, una cifra no comprobada independientemente.
(Con información de EFE)