Escalofriantes cifras de los crímenes de las tropas de Putin: torturas a 5.600 civiles ucranianos y 30 ejecuciones de prisioneros de guerra

Por Infobae

Rusia mantiene retenidos a más de 10.000 civiles ucranianos, de los cuales más de 5.600 han sido sometidos a tortura, según ha declarado el fiscal general de Kiev.

“Hay diferentes cifras. Nosotros calculamos decenas de miles, más de 10.000 con toda seguridad”, declaró Andriy Kostin a la agencia Interfax-Ucrania. “Hablamos sólo de los que fueron reubicados a la fuerza, no de los que tomaron esta decisión a su libre albedrío”.

En cuanto a las víctimas de torturas, Kostin afirmó que las cifras reales pueden ser “mucho más altas”, y añadió que se han descubierto 164 cámaras de tortura y centros de detención forzosa rusos en territorios ucranianos liberados.

Las declaraciones de Kostin llegan el mismo día de la presentación de un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que reveló que Rusia podría haber ejecutado a más de 30 prisioneros de guerra ucranianos capturados recientemente durante los meses de invierno.

El organismo de vigilancia de los derechos humanos de la ONU “verificó tres de estos incidentes en los que militares rusos ejecutaron a siete soldados ucranianos fuera de combate”, se lee en el último informe de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania.

De diciembre a febrero, mientras las fuerzas invasoras rusas del presidente Vladimir Putin avanzaban rápidamente en Avdiivka, en la región de Donetsk, e intentaban reconquistar Robotyne, en la región de Zaporizhzhia, se publicaron en las redes sociales decenas de vídeos de ejecuciones.

En ocho de los casos denunciados, los vídeos mostraban a militares rusos matando a prisioneros de guerra ucranianos que habían depuesto las armas o utilizando como escudos humanos a otros prisioneros de guerra ucranianos capturados.

“Hasta el 29 de febrero de 2024, el ACNUDH había obtenido información que corroboraba uno de los vídeos”, se lee en el informe. “En ese vídeo, lo que parece ser un grupo de soldados rusos armados se sitúa a 15-20 metros detrás de tres militares ucranianos que están arrodillados con las manos detrás de la cabeza. Después de unos segundos, sale humo de las armas de los soldados rusos y los militares ucranianos caen al suelo.”

“Uno de los soldados armados se acerca entonces a los cuerpos y dispara a uno de los soldados que yace en el suelo”, según el informe.

Durante el invierno, Rusia también liberó a 60 prisioneros de guerra ucranianos. Uno de ellos confirmó a la OACDH que el incidente que aparece en el vídeo tuvo lugar cerca de Robotyne en diciembre de 2023 y que los militares muertos pertenecían a su unidad.

En otro episodio, tres prisioneros de guerra ucranianos, capturados por tropas rusas, fueron ejecutados a principios de enero de 2024 en Zaporizhzhia.

“Según un testigo, dos soldados ucranianos fueron ejecutados en el acto tras su rendición. Los soldados rusos mataron a un tercer prisionero de guerra ucraniano que había sido herido por una mina mientras era obligado por los soldados rusos a realizar trabajos de desminado”, afirma el informe.

Los prisioneros liberados también declararon a la ONU que las fuerzas rusas los habían torturado durante su cautiverio.

“En un caso, un prisionero de guerra ucraniano describió haber sido capturado por las fuerzas armadas rusas en noviembre de 2023 en la región de Zaporizhzhia y llevado a un cobertizo en una casa particular, donde tres militares rusos lo interrogaron y torturaron para extraerle información de carácter militar”, dice el informe. “Los agresores le propinaron patadas en la cara y el torso con tal fuerza que le rompieron las costillas, lo asfixiaron con una bolsa de plástico y amenazaron con ejecutarlo y cortarle la oreja apretando contra ella un cuchillo”.

Según el informe, 39 de los 60 prisioneros de guerra también “revelaron que habían sido sometidos a violencia sexual durante su internamiento, incluidos intentos de violación, amenazas de violación y castración, palizas o administración de descargas eléctricas en los genitales, y repetidos desnudos forzados, incluso durante los interrogatorios y para comprobar si llevaban tatuajes.”