El secretario general de la ONU dijo que la destrucción de la represa de Kajovka es “otra consecuencia devastadora” de la invasión rusa a Ucrania

Por Infobae

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, declaró el martes que la destrucción parcial de la presa de Kajovka en Ucrania era “otra consecuencia devastadora” de la invasión rusa de su país vecino.

El ataque a la importante presa controlada por Rusia en el sur de Ucrania desató un torrente de agua que inundó una pequeña ciudad, anegó dos docenas de pueblos y provocó la evacuación de 17.000 personas.

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“La tragedia de hoy es un ejemplo más del horrible precio de la guerra para las personas”, dijo Guterres a los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.

“Las compuertas del sufrimiento se han desbordado durante más de un año. Esto debe terminar”, añadió.

Moscú y Kiev se culparon mutuamente de haber abierto una brecha en el dique, en lo que Kiev consideró un intento de Rusia de obstaculizar la tan esperada ofensiva ucraniana.

Guterres dijo que la ONU “no tiene acceso a información independiente sobre las circunstancias que llevaron a la destrucción” de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka.

“Pero una cosa está clara”, añadió. “Esta es otra consecuencia devastadora de la invasión rusa de Ucrania”.

Guterres, que desde el inicio de la invasión rusa ha condenado a Moscú por violar la carta de la ONU, dijo que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles críticas “deben parar.”

“Todos hemos visto las trágicas imágenes que salen hoy de la monumental catástrofe humanitaria, económica y ecológica en la región ucraniana de Kherson”, dijo el secretario general.

“Las Naciones Unidas y los socios humanitarios están apresurando el apoyo en coordinación con el gobierno de Ucrania – incluyendo agua potable y tabletas de purificación de agua y otra asistencia crítica”, añadió.

Construida en los años 1950 durante la época soviética, la represa hidroeléctrica de Kajovka permite enviar agua al canal de Crimea del Norte, que arranca en el sur de Ucrania y atraviesa toda la península de Crimea.