Un barco espía ruso en el Mar del Norte amenaza infraestructuras marítimas clave
23 abril 23Por Infobae
Un nuevo documental producido por un consorcio de cadenas públicas de Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega ha revelado lo que parece ser una profunda amenaza para las infraestructuras marítimas y submarinas de energía y datos en el Mar del Norte y la región del Báltico. The Shadow War incluye imágenes de un buque de investigación ruso llamado Admiral Vladimirsky que supuestamente recopila datos sobre parques eólicos, gasoductos y cables eléctricos y de Internet.
La película, de la que se ha hecho amplio eco la prensa británica esta semana, afirma que Rusia está cartografiando sistemáticamente los puntos vulnerables de la infraestructura marítima del Mar del Norte. Esto permitiría a Rusia conocer los puntos débiles, por ejemplo, los lugares donde se cruzan los cables submarinos de energía y datos, lo que facilitaría la organización de un ataque de sabotaje si el Kremlin lo considerara necesario.
Estos informes no dicen a los expertos en seguridad marítima nada que no sepan ya. Sabemos desde hace tiempo que las fuerzas rusas están cartografiando infraestructuras marítimas, incluidos parques eólicos, cables de comunicación y oleoductos. De hecho, en las décadas de 1990 y 2000, cuando la OTAN y Rusia cooperaban en algunas cuestiones de seguridad, las actividades de espionaje ruso en aguas nórdicas nunca cesaron. En 2013, me llevaron en un buque de la Royal Navy al Mar del Norte, donde parte de su misión consistía en vigilar los buques espía rusos.
Pero desde la ocupación de Crimea por Rusia en 2014 estas actividades se han intensificado. Por todas las aguas europeas, incluidas las irlandesas y portuguesas y el Mediterráneo, se han avistado buques rusos realizando operaciones de inteligencia.
El sabotaje del gasoducto Nord Stream en septiembre de 2022, en el que se destruyó una tubería energética básica en el mar Báltico, suscitó una gran preocupación en Occidente por el daño que podría causar una potencia hostil destruyendo o interrumpiendo esta importante infraestructura energética o de información.
Aún no se ha identificado al culpable del sabotaje del Nord Stream. Pero los últimos informes muestran que estas preocupaciones están justificadas.
La OTAN y la UE han puesto en marcha ambiciosos planes para mejorar la resistencia de las infraestructuras marítimas. La OTAN y la UE crearon nuevos grupos de trabajo y órganos de coordinación para elaborar mejores estrategias de protección y coordinar las actividades de los organismos civiles y militares. En marzo de este año, la Comisión Europea publicó un ambicioso plan de acción dentro de la estrategia actualizada de seguridad marítima de la UE. Prevé estudios para identificar las vulnerabilidades más graves y una mejor vigilancia. Pero, ¿van estos planes lo suficientemente lejos?
Por qué es tan importante el Mar del Norte
Los suministros de gas y petróleo del Mar del Norte son un recurso importante para todo el mercado energético europeo. El creciente interés por la producción de energía verde hace que esta importancia estratégica sea aún mayor. En la región hay más de 40 parques eólicos y, con unas condiciones ideales para la energía eólica, las instalaciones se amplían continua y rápidamente. El Mar del Norte es, por tanto, vital para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de CO₂.
Pero teniendo en cuenta lo que ahora sospechamos sobre la inteligencia rusa y sus posibles actividades de sabotaje, el Mar del Norte debe considerarse ahora como un espacio estratégico de seguridad vulnerable y crítico. Un acto de sabotaje concertado, que dañe los cables eléctricos submarinos, por ejemplo, puede perjudicar considerablemente a los mercados energéticos. Cortar cables submarinos de datos puede limitar la conectividad a Internet, incluso a través del Atlántico, ya que importantes cables de datos conectan, por ejemplo, Dinamarca y Estados Unidos. La reparación en el mar es costosa, ya que requiere buques especializados, que sólo pueden operar si las condiciones meteorológicas lo permiten. Después de todo, el Mar del Norte es un entorno duro.