Ucrania denuncia un ataque ruso de falsa bandera y presiona a Washington por más ayuda financiera
27 noviembre 22Por Infobae
La oficina de inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano informó el pasado martes a través de un comunicado dirigido a Washington que las grupos especiales de las fuerzas armadas rusas planean ejecutar una serie de ataques terroristas en Bielorrusia, entre ellos los objetivos serían su infraestructura militar cercana a las fronteras de la Unión Europea (UE) y del propio territorio de Ucrania.
Entre los blancos de posibles ataques rusos, según el ministro ucraniano de Defensa se encontraría la planta nuclear de Ostrovets, muy cercana a la frontera con Lituania, por lo que el Ministerio de Defensa informó el lunes al presidente Zelensky que Rusia está planeando un ataque de “falsa bandera” contra la planta nuclear Bielorrusa con la intención del Kremlin de involucrar a ese país y colocarlo como su aliado en su guerra contra Ucrania.
El presidente Zelensky avisó de inmediato sobre la información de inteligencia recabada por sus oficiales a Washington y a la OTAN del intento de Putin para incluir la participación abierta del ejército bielorruso contra su país. La inteligencia de Kiev también denunció que prisioneros ucranianos con sus propios uniformes podrían ser utilizados para culpar por el ataque a Ucrania. La administración Biden ordenó de inmediato al Pentágono profundizar el monitoreo de la información recibida ante el posible ataque de Moscú a la planta nuclear Bielorrusa para responsabilizar a Ucrania. Los militares estadounidenses piensan que la acusación ucraniana es creíble, reviste gravedad y va en consonancia con operaciones conocidas de Putin, quien tiene en mente atacar plantas nucleares como ya sucedió en aéreas cercanas a Zaporizhzhia, la que fue blanco de graves bombardeos durante el último fin de semana. Así, con Kiev y Moscú acusándose mutuamente, la situacion amenaza tornarse más compleja según informo la BBC de Londres.
En este escenario, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, informó el pasado miércoles al liderazgo militar de la OTAN por medio de video-conferencia sobre la necesidad de mayores garantías de protección contra el accionar del sabotaje ruso de las instalaciones nucleares en la región. Al mismo tiempo, en esa reunión el presidente ucraniano agradeció al Departamento del Tesoro estadounidense por el nuevo paquete de ayuda a su país por unos U$D 4.500 millones que fue dado a conocer por Estados Unidos a principios de la semana e informó a las autoridades de la OTAN que esa ayuda será muy útil para que Ucrania continue resistiendo la invasión rusa iniciada el 24 de febrero pasado. Sobre esa asistencia, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, explicó desde Washington que esos fondos se transferirán a Ucrania a partir de los próximos días, aunque explicó la ayuda en el sostenimiento de la economía y los servicios básicos a cargo del gobierno ucraniano. Sin embargo, Zelensky reitero su pedido en referencia a todas las promesas realizadas a su país tanto por Estados Unidos como la OTAN y la Unión Europea (UE) desde que se inició la guerra.
En esa dirección, el mandatario ucraniano menciono su desacuerdo con el trabajo de un grupo de especialistas del Instituto de Estudios de Guerra con sede en los EE.UU. que arroja una evaluación muy poco probable sobre la posibilidad de que Bielorrusia invada Ucrania y ofreció información de inteligencia según la cual el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania tiene otra percepción sobre la probabilidad de esa situación.
El informe estadounidense sostiene que no se observaron tropas o desplazamientos militares de Bielorrusia en dirección de Ucrania. No obstante, Zelensky señaló que en octubre el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, anunció el despliegue de sus tropas junto con soldados rusos a menos de 3 kilómetros de la frontera ucraniana, por lo que su país necesitaría mucha más ayuda económica y militar, la que actualmente se encuentra demorada.
La inteligencia recabada por la OTAN -aunque no reconocida por la Organización del Atlántico Norte- es que un número cercano a los 6.000 soldados rusos fueron desplegados desde mediados de octubre en la frontera de Bielorrusia con Ucrania como una fuerza operacional conjunta. Ese punto fue denunciado nuevamente por Zelensky en su pedido de mayor ayuda al presidente Biden la semana pasada.