El desplome de López Obrador en las encuestas de popularidad a siete meses de gobierno
16 julio 19Temas centrales de su administración como la seguridad y la economía
La popularidad de Andrés Manuel López Obrador entre la ciudadanía ha sufrido un notorio descenso en sus primeros siete meses de gobierno. Diversas encuestas de opinión reflejan que de una aceptación del 78% que el mandatario tenía en el primer trimestre de su gobierno, ha pasado a un 47 por ciento.
La Encuesta Nacional de México Elige, publicada a inicios de julio, registró un nivel aprobación hacia el mandatario de 46.9%, con una calificación general del 44.6%, un 5.1% menos a lo que obtuvo en junio.
La diferencia se hace mayor si se considera que en febrero, la misma encuesta arrojó un nivel de aprobación del 73%, lo que representa una caída de 26.1 puntos porcentuales en cinco meses.
Un encuesta realizada por consulta Mitofsky colocó al tabasqueño con un nivel de aprobación en junio de 64 por ciento. Los datos revelan un desgaste en la administración de López Obrador que ha terminado por menguar su popularidad entre los mexicanos a menos de un año de gobierno.
Temas centrales de su administración como la seguridad, el combate a la corrupción, y la economía, han empeorado de cara a la opinión pública; en el caso de la inseguridad, 60% de los mexicanos estima que la situación ha empeorado en los últimos siete meses. Los datos de Mitofsky reflejan que en el ámbito económico, 48% estima que la situación ha empeorado y solo el 14% dijo que ha mejorado.
De acuerdo con un análisis de El Financiero, estas cifras se agravarán a medida que pasen los meses; en el rubro económico, aumentarán los negativos cuando empiecen a mostrarse signos de recesión económica, lo que a su vez impactará en el empleo. A ello se suman las estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el cual sigue en descenso.
Aunque a un año de su triunfo electoral, aún es muy pronto para evaluar su éxito o fracaso como presidente de México, sí se puede analizar de los desafíos que la administración ha enfrentado en sus primeros meses en el poder, como la acuciante inseguridad y las múltiples renuncias a su gabinete.
Ejemplo de ello es la renuncia del ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa, quien declaró en entrevista para Proceso que un desacuerdo sobre las medidas de la empresa estatal de electricidad respecto a gasoductos precipitó su renuncia.
Una encuesta publicada por Mitofsky el 10 de julio arrojó que el 71% de los encuestados opinó que su renuncia se debió a su desacuerdo con las políticas de López Obrador; y la mitad de los ciudadanos consideraron que su salida afecta mucho al gobierno del tabasqueño.
López Obrador, de 65 años de edad, obtuvo un amplio triunfo en la elección presidencial del 1 de julio de 2018, con 30 millones de votos, es decir, el 53 % de los votos.
En estos meses, su gestión se ha centrado en asuntos nacionales; el combate al robo de combustible, la cancelación del aeropuerto en Texcoco y la construcción del nuevo en la base militar de Santa Lucía o el anuncio de construcción de una refinería y el Tren Maya.
Pero en estos siete meses también ha habido una ineficacia del gobierno para resolver asuntos de la gestión pública. El coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente, ha dicho al respecto que es un rasgo común del gobierno «el liderazgo presidencial» y la obstinación del mandatario con proyectos y decisiones que generan dudas en el ámbito nacional e internacional; tal es el caso de la construcción de la refinería de Dos Bocas.
«Es un gobierno en el que el presidente parece no escuchar otras opiniones», comentó el experto, quien puntualizó que la falta de interlocución torna complicados proyectos que podrían ser viables.
La disminución de la popularidad de López Obrador de cara a la ciudadanía es vista por algunos analistas como resultado del desgaste natural de cualquier administración, sin embargo, el peligro es que la población no perciba estabilidad en el país de forma permanente.