- El portero del Real Madrid considera que tendría que tener más rodaje para partidos vitales como el Clásico.
El Clásico de Copa hace que esta sea una semana diferente para Keylor (32 años), muy del estilo de las de antes, cuando era titular y gozaba de más protagonismo. Según comunicó el diario As, el portero de las tres Champions seguidas del Madrid, afronta la vuelta de semifinales motivado y a la vez molesto: no entiende que, con un partido tan crucial como el próximo en el Bernabéu, Solari le haya tenido tres semanas sin minutos, desde la ida en el Camp Nou. Tras el Clásico, la teoría dice que de aquí al final de temporada le quedaría por jugar la final de Copa, si es que los blancos eliminan al Barça, y alguna jornada esporádica de Liga, un panorama poco estimulante, relató As.
Keylor acepta la suplencia desde el trabajo, peleando por recuperar el puesto con una profesionalidad que siempre han destacado sus compañeros. Pero también no comprende la gestión de la portería de Solari, considerando que tendría que tener a su segundo portero más activo como hicieron Lopetegui, sobre todo, y Zidane, especialmente cuando por esa figura puede pasar la posibilidad de un título. Con el Barcelona destacado en el liderato y jugando el Madrid en el Ciutat de València, la que fue su casa, veía ideal el encuentro ante el Levante para afianzarse con buenas sensaciones físicas y, sobre todo, mentales, ganar en confianza. El argentino ha contado con Navas en siete de 28 partidos desde su llegada, seis de ellos de Copa y sólo uno, por lesión de Courtois, de Liga.
La situación de Keylor, que como contó Jugones renovó recientemente hasta 2021 (tenía contrato hasta 2020) y pasó a cobrar cinco millones, es muy compleja. Vista su pérdida de importancia, se debate entre seguir o marcharse. El gran problema en el primer caso es que Courtois es fijo para Solari, aunque el costarricense no desiste y sigue entrenándose a la espera de una oportunidad que lo cambie todo.
En el segundo supuesto influyen varias circunstancias: acaba de ser padre por segunda vez, tanto él como su familia están muy a gusto en España (al meta, por ejemplo, le transmitió frialdad y tristeza Mánchester en una de sus visitas con el Madrid) y sus emolumentos y edad complican su fichaje por otro equipo. Sus 32 años y su sueldo hacen que los clubes de la élite, que además tienen cubierta con garantías sus porterías, no se planteen seriamente firmarle. De hecho, en enero no le llegó ninguna oferta. Se le ha vinculado en varias ocasiones con el Arsenal, pero este periódico ha podido saber que el portero de Emery, que en su día desmintió su interés en Keylor, es Leno.
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