Allo, el app de Google con inteligencia artificial

Google ha lanzado esta semana Allo, una aplicación de mensajería instantánea con la que intentará plantar batalla a WhatsApp gracias a la inteligencia artificial de su asistente virtual, que permite desde hacer reservas en restaurantes a contestar automáticamente mensajes. La aplicación, disponible para teléfonos con sistema operativo iOS y Android y que funciona asociada a un número de teléfono, ofrece al usuario la posibilidad de buscar información variada sin salir de la conversación.

Hasta la fecha Google no ha dado con la tecla en el ámbito de las redes sociales y Allo es la constatación de que tampoco quiere perder la oportunidad en el de la mensajería instantánea. No lo tendrá fácil: en ese terreno ya han recorrido mucho camino WhatsApp, Facebook Messenger, WeChat, Line y Telegram.

¿Cómo descargar y usar la última app estrella de la mensajería instantánea?

Desde el blog de Google y páginas especializadas como Computer Hoy ofrecen una guía completa con la que cualquiera puede comprender rápidamente todas las utilidades de Google Allo.

Cómo descargarla: antes de su llegada a los canales habituales, ya está disponible un enlace oficial para hacerse con la aplicación, a través de APKMirror. Google ha activado una alerta para aquellos que opten por hacerlo desde Google Play.

Verificar el número del móvil: al igual que en WhatsApp. Un SMS te facilitrá un código de verificación. Tras ello, bastará con elegir tu nombre y foto de perfil. Personalización: la primera versión de Google Allo es muy básica respecto a competidores. No dispone de ‘estado’ ni permite elegir qué archivos descargar de forma automática. Google irá mejorando estas y otras opciones desde ‘ajustes’ para no quedarse atrás.

Chat y stickers: iguala a WhatsApp a la hora de personalizar fotos y jugar con los stickers, aunque se queda atrás respecto a Snapchat. No integra todos los servicios de Google (sí Maps, pero no Photos). Entre las funcionalidades de diseño, Allo ofrece la posibilidad de modificar el tamaño de texto y emoticonos, acceder a 25 paquetes de pegatinas y dibujar o escribir sobre fotografías antes de enviarlas. Sin llamadas y videollamadas: otro punto débil frente a la competencia, aunque se espera que acabe integrando su nuevo servicio Duo para este fin.

Mensajes que se autodestruyen: Telegram incluye esta opción y también la ha desarrollado Facebook Messenger, pero para WhatsApp es necesario tener una aplicación instalada aparte. Google Allo tiene esta opción, por la que los mensajes seleccionados dispondrán de caducidad. En él, los mensajes están cifrados de extremo a extremo (no se almacenan en ningún servidor, al igual que en WhatsApp), son efímeros (se eliminan pasado un tiempo) y las notificaciones son más discretas.

Cifrado: Según la tecnológica de Mountain View (California), todas las conversaciones de la aplicación están cifradas, pero ofrece una opción de mayor seguridad con el ‘modo incógnito’ ya mencionado.

Otras características

Acceder a otros servicios desde la app: por ejemplo, acceder a las últimas noticias, conocer el pronóstico del tiempo, saber cómo anda el tráfico, traducir un texto o recordar a qué hora sale determinado vuelo. Tampoco será necesario salir del chat con otro usuario para apuntar una dirección, fijar una cita en el calendario, leer opiniones de los restaurantes cercanos e incluso pedir al asistente que cuente un chiste.

Ocio: en el futuro, Allo permitirá hacer directamente reservas de restaurantes, hoteles y billetes de avión o tren.

Asistente virtual: para invocar al asistente virtual, el usuario sólo ha de escribir o mencionar «@google». De momento, la interacción se limita al idioma inglés, aunque la compañía estadounidense afirma que incluirá otras lenguas en breve. Así, Google sigue los pasos de Facebook, que introdujo este año los bot conversacionales en Messenger y lo hará en WhatsApp. Telegram también los ha implementado.

Respuestas automáticas: Google informa en su blog oficial de que Allo también contempla respuestas prefijadas a mensajes sencillos, por ejemplo «¿Vienes de camino?». El sistema irá aprendiendo del comportamiento del usuario e irá personalizando esas respuestas en función de su estilo y necesidades.