Austria desplegó policías para controlar el confinamiento de los ciudadanos no vacunados contra el COVID
15 noviembre 21Por Infobae
La orden de confinamiento en Austria exclusivamente para los cerca de 2 millones de ciudadanos mayores de 12 años que no están inmunizados contra la covid ha entrado en vigor este lunes, una medida inédita anunciada el domingo por el Gobierno a pesar del escepticismo de los científicos.
Tras encadenar este país de 8,9 millones de habitantes varios récords absolutos en las cifras de contagios, el Gobierno espera que el plan surta el efecto deseado de impulsar la vacunación entre el 35 % de la población que aún no está inmunizada.
”La situación es seria. La cuarta ola (de la pandemia) nos afecta plenamente. Eso se debe a la variante delta (del virus) pero también a la baja cuota de vacunación”, dijo el canciller federal, el conservador Alexander Schallenberg, en una rueda de prensa al presentar el domingo las nuevas decisiones adoptadas.
Las restricciones al movimiento rigen al menos hasta el 24 de noviembre para las personas mayores de 12 años que no tienen un certificado de vacunación válido o no se han recuperado de una infección del SARS-CoV-2 en los últimos 180 días.
Solo podrán salir de sus viviendas para determinados fines, como satisfacer necesidades básicas, ir al médico o a los centros de vacunación, o pasear y hacer ejercicio al aire libre.
Asimismo, pueden ir al trabajo, siempre y cuando presenten allí cada día un test PCR negativo que no debe tener más de 48 horas.
Lo que tienen prohibido, bajo amenaza de denuncia y multas de entre 500 y 1.450 euros, es ir a tiendas no esenciales, peluquerías, restaurantes, bares, gimnasios y eventos, entre otros.
El ministro del Interior, Karl Nehammer, ha anunciado un amplio despliegue de agentes policiales para controlar que se cumplan las nuevas medidas, lo que implica que podrán pedir certificados de vacunación a cualquier ciudadano.
Los que en este periodo se ponen la primera dosis de una vacuna pueden liberarse de las restricciones mediante una prueba PCR que deben renovar cada dos días.
La medida abarca en principio también a los adolescentes mayores de 12 años, pero este grupo queda de facto, en su mayoría, liberado con el documento que obtienen en los colegios de los tres test semanales -uno de ellos PCR- a los que están obligados a someterse.