La FDA otorgó la aprobación de emergencia a la vacuna contra el COVID-19 de Moderna en Estados Unidos
18 diciembre 20Por Infobae
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó este viernes la aprobación de emergencia a la vacuna contra el COVID-19 de la farmacéutica Moderna, convirtiéndola de esta manera en el segundo inoculante de esta naturaleza en ser autorizado en el país norteamericano.
La aprobación tuvo lugar el mismo día en el que el vicepresidente Mike Pence recibió en público la primera dosis de la vacuna de Pfizer -aprobada el viernes pasado- con el fin de disipar las dudas sobre la seguridad de la inmunización.
Si bien el presidente Donald Trump dijo en Twitter durante el viernes por la mañana que la vacuna de Moderna fue “aprobada de forma aplastante” y que su distribución “empezará inmediatamente”, hubo que esperar hasta el viernes por la noche para que la FDA confirmara el anuncio del mandatario.
La autorización era un mero formalismo, considerando que la agencia ya había anticipado su intención de hacerlo, especialmente luego de que un comité de expertos así lo recomendara en la noche del jueves.
A partir de ahora el gobierno estadounidense comenzará a distribuir al menos 5,9 millones de dosis del inoculante, además de repartir otras 2 millones de unidades de la de Pfizer la próxima semana. El objetivo de la administración Trump es inmunizar a 20 millones de personas con 40 millones de dosis antes de fin de año.
La semana pasada Moderna anunció que el Gobierno de Estados Unidos ha comprado otros 100 millones de dosis de su vacuna, por lo que el número total que ha adquirido de esta compañía asciende a 200 millones. La primera mitad será entregada durante el primer trimestre del año entrante, mientras que la restante arribará a lo largo del segundo.
Además, señaló que Estados Unidos tiene la opción de comprar otras 300 millones de dosis de la llamada mRNA-1273 si lo desea en el futuro, como parte de la llamada operación Warp Speed (Máxima Velocidad) lanzada por el Gobierno del país.
Estados Unidos cierra así la primera semana de un masivo programa de inmunización contra el coronavirus, que ha matado a casi de 313.000 estadounidenses.
Al menos 1,66 millones de personas han muerto a causa del COVID-19 en todo el mundo y se han diagnosticado más de 74 millones de casos, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, de 78 años, anunció su voluntad de recibir el lunes la vacuna bajo la mirada pública, mientras que el presidente ruso Vladimir Putin, de 68 años, dijo que tomaría la vacuna desarrollada en su país, Sputnik V, tan pronto como se apruebe para su grupo de edad.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también planea administrarse una inyección pública el sábado.
Hasta la fecha, Moderna ha firmado acuerdos para vender 200 millones de dosis de su vacuna a EE.UU. con opción a otros 300 millones; 80 millones a la Unión Europea con opción a otros 80 millones; 50 millones a Japón; 40 millones a Canadá con opción a otros 16 millones; 7,5 millones a Suiza, 7 millones al Reino Unido, 6 millones a Israel, y 6 millones a Qatar. La Agencia Europea de Medicamentos, por su parte, anunciará si aprueba la vacuna de Moderna el 6 de enero
El titular de Salud del Gobierno de Trump, Alex Azar, dijo esta semana que el país planea tener al menos 900 millones de dosis de la vacuna hasta el año que viene y podría aumentar esa cifra hasta 3.000 millones, lo que le garantiza notables “excedentes” que planea compartir con sus aliados en el mundo.
Sin embargo, al contrario que China y otras potencias, EEUU no forma parte de la plataforma COVAX impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar un acceso global y en términos de igualdad a las vacunas.