Anuncio definitivo sobre aranceles previsto para este jueves
08 marzo 18El anuncio se ha planeado para las 3:30 p.m
La Casa Blanca aún no determina si los aranceles a las importaciones de acero y aluminio que deberían entrar en vigor este jueves estarán listos y aprobados para entonces por el equipo legal.
El anuncio se ha planeado para las 3:30 p.m. de este jueves e incluso se han girado invitaciones a trabajadores de las industrias del acero y el aluminio para que estén presentes, pero aún falta por terminar el papeleo necesario para que las medidas entren en efecto.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, se limitó a comentar el miércoles que con seguridad los aranceles entrarían en efecto esta semana.
Mientras tanto, el asesor en comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro confirmó en una entrevista con Fox Business Network que Trump podría dejar exentos temporalmente a Canadá y México de los aranceles mientras continúa la negociación en la que se revisa el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN.
“La proclamación tendrá una cláusula que no impone de inmediato estos aranceles a Canadá y México”, explicó Navarro.
Los aranceles entrarán en efecto entre 15 y 30 días después de que el presidente firme los documentos, pero Huckabee Sanders dijo a los reporteros que las exenciones se van a hacer “caso por caso” y “país por país”. Funcionarios de la Casa Blanca trabajan para incluir ese tipo de lenguaje en los documentos para asegurarse de que el presidente tenga la flexibilidad necesaria para aprobar las exenciones para ciertos países.
“Ya ha mostrado cierto grado de flexibilidad; creo que un grado de flexibilidad muy sensato, muy equilibrado”, dijo el secretario de Comercio Wilbur Ross a la CNBC. “No estamos tratando de hacer estallar el mundo”.
Los líderes del Congreso, que en un principio mostraron resistencia a las medidas anunciadas por Trump, que aplican un cargo adicional de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, parecían resignados al proteccionismo del que antes se han quejado y a las posibles futuras guerras comerciales con otros socios, como China.
No obstante, la lucha por hacer cambiar de opinión al mandatario continuó en varios frentes.
Ciento siete congresistas republicanos firmaron una carta dirigida al presidente en la que le exhortan “a que reconsidere la idea de aplicar amplios aranceles con el fin de evitar consecuencias negativas involuntarias para la economía de Estados Unidos y sus trabajadores”.
De igual manera, el presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de EE.UU. se refirió a la posibilidad de que se desate una guerra comercial global. Ese escenario, dijo Tom Donohue, pondría en peligro el impulso que ha tomado la economía luego de los recortes de impuestos aprobados por el Congreso y la eliminación de las regulaciones por parte de la administración Trump.
“Exhortamos al gobierno que se tome en serio este riesgo”, advirtió Donohue.
La Unión Europea dijo que estaba preparada para responder a cualquier arancel con medidas de contraataque contra productos estadounidenses, como las motocicletas Harley-Davidson, los pantalones de mezclilla Levi’s y el bourbon. Cecilia Malmstroem, comisionada comercial del bloque europeo, dijo que la UE estaba haciendo circular entre sus estados miembros una lista de bienes estadounidenses a los cuales aplicarles aranceles, de forma que pueda responder con rapidez.
Los economistas también han criticado el plan, afirmando que en general va a hacer daño a los fabricantes estadounidenses, algunos de los cuales pueden ser blanco de las respuestas de los socios comerciales afectados por los aranceles. Argumentan que los beneficios para los trabajadores del acero y el aluminio no se compensan con las pérdidas de empleo que podrían presentarse en otras industrias.
Pero Trump sigue decidido a aplicar las medidas, justificándolas como necesarias para reforzar a las industrias estadounidenses del acero y del aluminio y para proteger la seguridad nacional.
El presidente tiene bastantes apoyos, incluso entre la oposición usual de los demócratas y los sindicatos. “Esta medida muy bienvenida ha sido esperada desde hace mucho en las plantas acereras cerradas en Ohio y por los trabajadores del acero que viven con el miedo de que sus empleos se conviertan en las próximas víctimas de las trampas chinas”, dijo el senador Sherrod Brown, demócrata por Ohio, en un comunicado divulgado luego de que se anunciara el plan. “Si no luchamos por los empleos del acero hoy, China vendrá mañana por otros empleos arriba y abajo en la cadena de producción”.
“No creo que el presidente vaya a ser disuadido fácilmente”, dijo el senador republicano John Cornyn, que ha sugerido realizar audiencias sobre los aranceles.