El Inter de Porto Alegre disputa por primera vez en su historia una temporada en la Serie B del fútbol brasileño y en 15 partidos disputados por ahora aún no ha logrado acceder a la zona de ascenso.
En medio de los rumores sobre amaño de partidos, el martes el conjunto dirigido por Guto Ferreira venció 1 a 0 al Luverdense con una de las jugadas más polémicas del torneo.
Cuando se disputaba el segundo minuto de adición, sobre los 5 que había señalado el árbitro Igor Junio Benevenuto, el asistente Márcio Eustáquio Santiago levantó la bandera para marcar un supuesto fuera del juego. En menos de un segundo, se dio cuenta que había cometido un error, bajó la bandera y se tomó la cabeza, advirtiendo la confusión que había generado.
Tras ver al asistente, los jugadores del conjunto visitante, entendieron que la jugada había sido anulada y detuvieron su marcha. Sin embargo, el árbitro Santiago, máxima autoridad en el terreno de juego, nunca pitó la falta y dio continuidad a la acción que derivó en el gol del futbolista del Inter William Pottker.
Las protestas de los jugadores del Luverdense no se hicieron esperar, pero el árbitro explicó que él nunca hizo sonar el silbato, por lo que más allá del error del juez de línea, la jugada nunca había sido invalidada.
El partido fue victoria por 1 a 0 para los locales que de esta manera suman 24 puntos, se ubican en la quinta colocación y quedan a tres unidades de los puestos de ascenso.