América Latina se muestra cercana a Rusia y evita a condenar la invasión a Ucrania en la próxima cumbre con la Unión Europea
07 julio 23Por Infobae
Los países de América Latina y el Caribe evitaron condenar la invasión rusa a Ucrania en un borrador previo a la cumbre que el 17 y 18 de este mes reunirá a mandatarios y jefes de Estado de la CELAC y la Unión Europea. Fuentes de los Veintisiete afirman que esta posición es un “balde de agua fría”, sobre todo para los aliados más cercanos de Ucrania.
“Abogamos por una solución diplomática seria y constructiva al actual conflicto en Europa por medios pacíficos, de forma que garantice la soberanía y seguridad de todos, así como la paz regional e internacional”, expresa el escrito de los latinoamericanos al que tuvo acceso el periódico La Vanguardia. Además, subraya “las profundas transformaciones geopolíticas” ocurridas desde el 2015, que han disparado la inflación y exacerbado las desigualdades y problemas agroalimentarios en el mundo.
Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania no aparece ni mencionada en el borrador que, siguiendo al mismo diario, quiere eliminar los párrafos propuestos desde Europa en los que se condena la invasión rusa.
La falta de compromiso que plantean es tal que varias fuentes no descartan que la próxima cumbre eurolatinoamericana, la primera en ocho años, se salde sin una declaración final, resumió el medio citado.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó su asistencia a la cumbre tras mantener una conversación telefónica con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; y muchos líderes europeos lo miran de reojo por su posición ante el conflicto bélico.
El pasado 6 de abril, el sudamericano había sugerido a Ucrania ceder la península de Crimea a Rusia para facilitar el fin de la guerra, y afirmó que el jefe de Estado ucraniano, Volodimir Zelensky, “no puede quererlo todo”.
“(El presidente ruso Vladimir) Putin no puede quedarse con el territorio de Ucrania. Tal vez se discuta Crimea. Pero lo que invadió de nuevo, tiene que repensarlo”, dijo también Lula en un encuentro con periodistas en el Palacio presidencial del Planalto, en Brasilia. Sus afirmaciones provocaron el repudio de gran parte de la comunidad internacional y de la propia Ucrania.
“No hay razón legal, política ni moral que justifique abandonar un solo centímetro de territorio ucraniano”, escribió en Facebook el portavoz de la diplomacia ucraniana, Oleg Nikolenko. “Todo esfuerzo de mediación para restablecer la paz en Ucrania debe fundarse en el respeto a la soberanía y la integridad territorial plena y entera de Ucrania, de acuerdo con los principios de la carta de Naciones Unidas”, añadió el portavoz.
Al mismo tiempo, vale recordar que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es comandada por Cuba, dictadura aliada al Kremlin.
Rusia es uno de los principales proveedores actuales de combustible a la isla en medio de una fuerte crisis energética y económica en el país caribeño. Aliados por décadas, ambos países están bajo sanciones de Estados Unidos.
Rusia le vende a La Habana petróleo –el 92% de la exportación rusa corresponde al combustible— y otros productos como aceite de soya, mientras que el país euroasiático recibe rones, café y cigarrillos. Según las estadísticas disponibles oficialmente en Cuba, el comercio bilateral alcanzó los 320 millones de dólares en 2020 y los USD 633 millones en 2021.
Además de Cuba, los regímenes de Venezuela y Nicaragua -aliados de Rusia- también son parte de la CELAC. Y no es de extrañar que ejerzan presión para no condenar la invasión de Moscú a Ucrania.
El bloque de países latinoamericanos y caribeños está integrado por Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, San Cristóbal y Nieves, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Mancomunidad de Dominica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
Este año está presidido por San Vicente y las Granadinas, una pequeña isla caribeña de 110.000 habitantes que pertenece a la Commonwealth y al ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.