Vladimir Putin estuvo por lanzar una guerra nuclear en Ucrania pero sus espías y generales se lo impidieron
01 diciembre 22Por Infobae
Una nueva evidencia muestra que Vladimir Putin está dispuesto a todo para quedarse con Ucrania, incluso hasta lanzar una guerra nuclear. Está dispuesto a convertir en piedras el territorio ucraniano y poner en peligro al mundo con tal de recrear su obsesión de la Gran Madre Rusia. Así lo muestran correos electrónicos filtrados por un informante del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), la sucesora de la KGB de la Era sociética, y publicados por Vladimir Osechkin, el activista ruso de derechos humanos exiliado en Francia que dirige el sitio web anticorrupción Gulagu.net.
De acuerdo a los mails fechados el 17 de marzo, el 21 de marzo y el 12 de abril de este año, después de la invasión rusa al territorio ucraniano del 24 de febrero, y en momentos en que se producía el primer gran fracaso de las tropas del Kremlin en su intento por tomar la capital, Kyiv, Putin discutió con algunos de los más altos jefes del FSB la posibilidad de utilizar armas nucleares para doblegar a la defensa ucraniana. Fue en ese momento en que los espías lograron detener a Putin en su intento con argumentos sobre las graves consecuencias que un ataque nuclear tendría sobre la economía rusa y ponía en peligro la propia existencia de la Federación Rusa.
Las comunicaciones internas de los espías rusos también revelan que estos nunca estuvieron de acuerdo con la aventura militar lanzada por Putin y que así lo expresaron en varios de los informes que elaboraron previos y posteriores a la invasión, pero que Putin hizo caso omiso a sus opiniones.
Vladimir Osechkin vive exiliado en Francia y hasta allí lo fueron a buscar agentes del Kremlin para asesinarlo por las divulgaciones de información confidencial que realiza en su sitio de Internet y en varias otras plataformas como la prestigiosa revista Newsweek. Dispararon contra él y su familia en septiembre después de que otro disidente, Christo Grozev, periodista de la plataforma de investigación Bellingcat, le advirtiera que una fuente suya de inteligencia le había informado que lo estaban buscando para matarlo por haber publicado una serie de informes sobre las torturas en las cárceles rusas.
En un correo electrónico del 17 de marzo, escrito apenas unas semanas después de que comenzara la guerra, un agente identificado por el alias de “Viento del Cambio” dijo que, aunque el conflicto con la vecina Ucrania estaba “más allá de la lógica y el sentido común”, en el FSB esperaban que “no se cometiera ninguna tontería”, refiriéndose al uso de armas nucleares. Y expresó sus dudas de que Putin lo hiciera, ya que Rusia “también estaría en el extremo receptor”.
“Un ataque nuclear masivo: incluso si suponemos que es técnicamente posible, que todos los eslabones de la cadena siguen todas las órdenes, lo que ya no creo que sea el caso, sigue sin tener sentido. Un ataque así golpearía a todos”, escribieron, de acuerdo a la traducción que hizo otro periodista disidente ruso, Igor Sushko, director ejecutivo de un grupo de investigación con sede en Washington.