Estados Unidos priorizará el envío de vacunas a América Latina tras la amenaza de Honduras de dejar de reconocer a Taiwán en favor de China

19 mayo 21
Estados Unidos priorizará el envío de vacunas a América Latina tras la amenaza de Honduras de dejar de reconocer a Taiwán en favor de China

El gobierno de los Estados Unidos le dará un lugar prioritario a América Latina en la distribución de las 80 millones de inoculantes contra el COVID-19 que planea donar durante las próximas semanas, en parte para evitar que la “diplomacia de las vacunas” llevada a cabo por China logre que a cambio países de la región dejen de reconocer a Taiwán como nación soberana.

Según reportó el Financial Times, la intención fue confirmada por un alto funcionario de la administración de Joe Biden, y llega luego de que Honduras reconociera la posibilidad de cortar lazos con Taipéi para acceder a inoculantes producidos por el gigante asiático.

Carlos Alberto Madero, un alto funcionario del gobierno de Tegucigalpa, dijo que si bien el país quiere evitar este escenario, obtener vacunas es “mucho más urgente que cualquier otra cosa”. “Esto nos pone en una situación muy difícil, dijo Madero”. “El pueblo hondureño empieza a ver que China está ayudando a sus aliados y nos comenzamos a preguntar por qué los nuestros no nos están ayudando”.

La nación centroamericana no ha logrado comprar una gran cantidad de vacunas hasta el momento, y ha sufrido grandes retrasos en las entregas de los contratos ya firmados. A día de hoy, se ha inoculado a menos del 1% de sus 9 millones de habitantes.

De esta manera, y ante la urgencia de obtener inmunizantes, Madero advirtió que esta situación podría “conducir definitivamente a cambios en la política exterior”. Indicó, además, que el gobierno hondureño solicitó vacunas a Estados Unidos, y que se le había prometido ayuda, pero hasta el momento no recibió ninguna.

El funcionario estadounidense, por su parte, sostuvo que la administración Biden ayudaría a Honduras, y a otros países de la región, pero no especificó un calendario. “La ayuda está en camino y realmente la cumpliremos, mientras que los chinos a menudo han hecho promesas pero no las han cumplido…No podemos culpar a otros países por aceptar las vacunas. Tienen la responsabilidad de vacunar, pero nada de lo que da China es gratis”, advirtió.

El Departamento de Estado norteamericano aseguró estar “profundamente preocupado” por los desafíos que enfrenta Honduras. “Pekín está explotando [la pandemia] para coaccionar a las naciones vulnerables”, alertó Marco Rubio, el principal republicano del comité de inteligencia del Senado.

Washington ha intensificado su compromiso diplomático con Paraguay después de que el régimen de China se ofreciera a suministrarle vacunas a cambio de que abandonara su reconocimiento diplomático de Taiwán. En ese entonces, el secretario de Estado Antony Blinken se comunicó con Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay, en una medida que, según un funcionario estadounidense, tenía como objetivo proporcionar apoyo público a los aliados de Taiwán.

Esta maniobra del régimen de Xi Jinping no es nueva. En los últimos años Beijing ha utilizado su poder económico para persuadir a un tercio de los aliados de Taiwán, incluidos Panamá en 2017 y El Salvador y la República Dominicana en 2018, para que cambien su reconocimiento diplomático. Esto se intensificó desde el inicio de la pandemia.

Taiwán ha acusado a China de “utilizar las vacunas para intercambiar beneficios políticos y diplomáticos con países que las necesitan urgentemente”, lo que calificó de “acto vergonzoso”. Taipei, al igual que varias naciones de Centroamérica, está redoblando esfuerzos para conseguir vacunas para su propio pueblo, en medio de su primer gran brote de coronavirus.

Según Financial Times, más de la mitad de las 144 millones de dosis entregadas a los diez países más poblados de América Latina fueron enviadas por China.

Honduras, por el momento, no ha conseguido un contrato de suministro de vacunas chinas. “Creemos que la geopolítica juega un papel con las vacunas (…) Por supuesto, se empieza a ver que los países que tienen más relaciones con China tienen más acceso a las vacunas”, reconoció Madero.

Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, incluso planteó la posibilidad de abrir una oficina comercial en China para intentar mejorar las relaciones con el régimen de Xi Jinping.

Durante una exposición ante el Congreso de Estados Unidos, uno de los máximos expertos sobre el rol de China en la región explicó que la escasez de vacunas y la necesidad de salir de la pandemia y su consecuente crisis socioeconómica hacen que los países de América Latina sean cada vez más permeables a la diplomacia de las vacunas de ChinaRusia e incluso Cuba.

“En el contexto de una necesidad tan grande, y con Estados Unidos hasta la fecha brindando poco apoyo a las vacunas más allá de sus contribuciones a COVAX, China, Rusia y ahora incluso Cuba han llenado el vacío”, dijo Evan Ellis ante el Subcomité sobre el Hemisferio Occidental, Seguridad Civil, Migración y Política Económica Internacional de la Cámara de Representantes el pasado jueves.

“Las vacunas, de alguna manera, se han convertido en otra oportunidad comercial para la República Popular China, asemejándose a los patrones de comportamiento chinos en otros sectores (…) De hecho, la República Popular China estableció un fondo de préstamos de USD 1.000 millones para ayudar a los gobiernos latinoamericanos a comprar vacunas fabricadas en China, al igual que presta dinero a los gobiernos latinoamericanos para construir proyectos de infraestructura con sus propias empresas, equipos y trabajadores”, añadió.

En el caso de China, el experto subrayó que suministró sus vacunas de SinovacSinopharm CanSino a al menos 12 países latinoamericanos. “Las vacunas chinas ya representan el 62% del total de vacunas contratadas por Chile, el 45% de las vacunas de Perú y el 30% de las de Argentina”.

El gobierno de Joe Biden, por su parte, aseguró este miércoles que Estados Unidos será el mayor repartidor de vacunas del mundo, luego de aumentar a 80 millones las dosis que entregará al resto del mundo, las cuales serán distribuidas a través de la plataforma COVAX y también en coordinación con socios de Washington.

Gayle Smith, designada como coordinadora del Departamento de Estado para la respuesta global ante COVID-19, indicó que aún no se ha tomado una decisión final sobre los destinos de las vacunas a donarse. “Estamos mirando a todas las regiones del mundo y todas están con necesidades. Estamos estudiando cómo tener la máxima cobertura y en dónde serán más efectivas. La demanda está en todos lados”, afirmó en conferencia de prensa.

“(Estados Unidos) Será el más grande repartidor de vacunas hasta ahora (…). 80 millones es un comienzo, creemos que habrá más dosis compartidas alrededor del mundo. EEUU quiere liderar, pero requiere del esfuerzo de todos y vamos a ver a otros países aumentando las vacunas compartidas”, añadió Smith, designada por Biden en abril.

En esa línea, confirmó que la Casa Blanca destinará una parte importante de las dosis a la plataforma COVAX (fondo de acceso global de vacunas enfocado en países de menores ingresos), pero también está trabajando con sus socios, como el G-7 y la Unión Europea, para definir la respuesta global.