El ministro de Inteligencia de Irán admitió que el régimen podría desarrollar armas nucleares

09 febrero 21
El ministro de Inteligencia de Irán admitió que el régimen podría desarrollar armas nucleares

Por: Infobae

Desde hace muchos años se sospecha que detrás del programa nuclear iraní se esconde el objetivo de desarrollar armas nucleares, algo que el régimen siempre negó. Sin embargo, Mahmoud Alavi, ministro de Inteligencia, quebró el protocolo oficial al admitir que el país podría avanzar hacia la búsqueda de ese tipo de armamento.

Alavi hizo la confesión en tono de amenaza, en una declaración a la prensa local recogida por la televisión estatal iraní. Lo hizo como advertencia ante la continuidad de las sanciones internacionales que afectan su economía.

“Nuestro programa nuclear es pacífico y la fatua del líder supremo ha prohibido las armas nucleares, pero si empujan a Irán en esa dirección, entonces no sería culpa de Irán, sino de los que lo empujaron”, dijo Alavi.

El ministro se refirió al edicto religioso aprobado por el ayatollah Ali Khamenei, líder supremo de la República Islámica, en la década de 1990. “Si un gato está acorralado, puede mostrar un tipo de comportamiento que un gato libre no tendría”, metaforizó Alavi. De todos modos, aclaró que el gobierno no tiene planes de avanzar hacia un arma nuclear en las circunstancias actuales.

El mes pasado, el ex diplomático iraní Amir Mousavi afirmó que Khamenei podría revertir la opinión religiosa que prohíbe la adquisición, desarrollo o uso de armas nucleares. “Una fatua se emite en función de las circunstancias que se desarrollen. Por lo tanto, creo que si los estadounidenses y los sionistas actúan de forma peligrosa, la fatua podría cambiarse”, dijo en una entrevista con la libanesa al-Mayadeen TV.

Khamenei dijo el domingo que volverá a cumplir los términos del acuerdo nuclear de 2015, firmado con las principales potencias del mundo, sólo si Washington levanta las sanciones que estableció el gobierno de Donald Trump tras retirarse del pacto, que había sido impulsado por Barack Obama. Fue una respuesta a la declaración del presidente Joe Biden, que había anticipado que no levantaría las medidas para conseguir que Irán vuelva a la mesa de negociaciones.