Por: Infobae
Una polémica medida se anunció el jueves en Colombia. En circular emitida por los ministerios de Salud, Interior y de Comercio, se le dio vía libre a la apertura de los bares en las ciudades del país, pero entre los protocolos de bioseguridad avalados, se encuentra la restricción a la venta de alcohol, lo que ha despertado las críticas del sector.
De acuerdo con la directriz del Gobierno, los alcaldes y gobernadores serán los encargados de elevar una petición ante el Ministerio del Interior para solicitar el permiso de reapertura de los bares.
Estos establecimientos, por su parte, deberán cumplir con los protocolos trazados por el ministerio de Salud mediante las resoluciones 749 y 1050 de 2020, «o en aquellas que las modifiquen, adicionen o sustituyan».
Dice explícitamente la circular que “Con sujeción a los parágrafos 5 y 3 de los artículos 4 y 5 del mencionado decreto 1076 de 2020, el Gobierno Nacional autorizó la implementación de planes piloto en bares tanto en municipios sin afectación o con baja afectación y en aquellos de moderada y alta, siempre y cuando, para su desarrollo se cumpla con los protocolos que en materia de seguridad adopte el Ministerio de Salud”.
Dichos protocolos son similares a los exigidos a los restaurantes, que ya empezaron su actividad en medio de planes piloto en ciudades como Barranquilla y Bogotá y Cali.
La más notoria restricción a los restaurantes es la venta de alcohol, por lo menos hasta finalizado agosto, algo que se adoptaría en igual medida para los bares.
Otras medidas incluyen el uso de tapabocas al ingreso del lugar, el aforo máximo del 50% de la capacidad de los establecimientos, la atención a no más de 4 personas por mesa, la garantía del espacio social delimitado y los puntos de desinfección habilitados para el personal del local y los clientes.