El agua volvió a inundar Venecia y el alcalde señaló que la ciudad “está devastada”

18 noviembre 19

Los daños están estimados en 1.000 millones de euros

El agua volvió a inundar Venecia y el alcalde señaló que la ciudad “está devastada”

Venecia sufre este domingo una nueva marea alta casi sin precedentes en una semana, tras dos episodios que devastaron la frágil ciudad lacustre italiana, donde se decretó el estado de emergencia.

El medidor situado a la entrada del Gran Canal registró a las 13.15 hora local (12.15 GMT) un aumento del agua de 150 centímetros, diez menos de los previstos, y después el nivel del mar empezó a descender, según datos del Ayuntamiento.

Tras una breve tregua el sábado, los servicios meteorológicos pronosticaban una nueva “acqua alta” o marea alta a 160 cm para el domingo al mediodía, un nivel que sigue considerándose peligroso. El viernes, la crecida a 154 cm obligó a las autoridades a cerrar durante varias horas la famosa plaza de San Marcos.

El martes, la ciudad vivió sus peores inundaciones en 53 años, cuando llegó a 187 cm, un nivel solo superado el 4 de noviembre de 1966, cuando el agua alcanzó los 194 cm. El agua invadió iglesias, museos y hoteles de esta ciudad incluida en el patrimonio mundial.

Museos como el Guggenheim pensaron abrir el viernes pero cambiaron de idea cuando vieron las previsiones meteorológicas.

“Venecia está devastada. Hay daños por 1.000 millones (de euros)”, declaró el alcalde Luigi Brugnaro.

La selección italiana de fútbol visitó el sábado la ciudad como muestra de solidaridad. «Venecia superará esto también. Como un deportista que sufre una lesión grave, se recuperará», declaró el antiguo internacional Gianluca Vialli.

“Es impresionante ver esto, caminar y tener el agua a la altura de la rodilla”, decía a la AFP Oscar Calzada, un turista mexicano de 19 años.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, que estuvo en Venecia el viernes comprobando los daños, estimó que las obras de rehabilitación serán considerables. Según él, más de 50 iglesias resultaron dañadas.

Venecia, que tiene 50.000 habitantes, recibe al año unos 36 millones de turistas, 90% de ellos extranjeros. Los hoteles de la ciudad han comenzado a registrar anulaciones en sus reservas para las fiestas de finales de año. El alcalde de Venecia anunció la apertura de una cuenta bancaria para todos aquellos que, en Italia o en el extranjero, quieran hacer donaciones y contribuir con los trabajos de rehabilitación.

“Venecia, lugar único, es patrimonio de todo el mundo. Gracias a su ayuda, la ciudad brillará de nuevo”, dijo el dirigente en un comunicado.

Los vecinos cuyas viviendas quedaron damnificadas pueden pedir una ayuda gubernamental inmediata de 5.000 euros, y los comerciantes pueden recibir hasta 20.000 euros.

“Sería pecado no volver a ver estos lugares, creo que todo el mundo debería sacar la billetera”, opinaba Nicole Righetti, una turista italiana. Diana Ramírez, colombiana residente en Estados Unidos, pensaba lo mismo. “Esto va a costar mucho dinero a Venecia, no es mala idea pedir a los turistas que colaboren”.

El jueves por la noche, el gobierno del primer ministro Giuseppe Conte aprobó la declaración de estado de emergencia en Venecia y anunció que se dedicarían 20 millones de euros a las obras más urgentes.

Y mientras los responsables políticos hacían cuentas y multiplicaban sus declaraciones de solidaridad, los venecianos, más pragmáticos, se organizaban. “Vivo de esto ¿qué otra cosa puedo hacer?”, se pregunta Stefano Gabbanotto, de 54 años, que regenta un kiosco de periódicos frente al Palacio Ducal.

La mayoría de los visitantes parecen ser ajenos al riesgo de hundimiento que corre la ciudad, construida sobre 118 islas e islotes mayoritariamente artificiales y sobre pilones. En un siglo, la ciudad se ha hundido 30 cm en el mar Adriático.

Para el ministro de Medio Ambiente, Sergio Costa, la fragilidad de Venecia fue en aumento debido a la “tropicalización” del clima, con intensas lluvias y ráfagas de viento, vinculadas al calentamiento global. Los ecologistas también consideran responsable a la expansión del gran puerto industrial de Marghera, situado frente a Venecia, y al ir y venir de cruceros gigantes.

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