Caos y hedor en la cárcel brasileña de Altamira tras el enfrentamiento entre pandillas que dejó 58 presos muertos

31 julio 19

Algunos de los familiares de los presos se desmayaron

Caos y hedor en la cárcel brasileña de Altamira tras el enfrentamiento entre pandillas que dejó 58 presos muertos

Familiares de los presos asesinados durante un motín en una cárcel del norte de Brasilacudieron el martes a una oficina forense a identificar a las 58 víctimas, en donde algunos de ellos se desmayaron al ver los cadáveres decapitados de sus seres queridos.

En un intento por evitar más violencia en la prisión de Altamira, en el estado de Pará, las autoridades comenzaron a transferir a 46 reclusos a otras prisiones, después de que los enfrentamientos del lunes entre pandillas rivales resultaran en 16 decapitaciones.Autoridades locales señalaron que al menos 33 presos fueron transferidos el martes a la capital estatal de Belem para ser reasignados.

En medio del calor y la humedad característicos de Altamira, un trabajador del instituto forense de la ciudad, Marcel Ferreira, describió la angustia entre los familiares que esperaban afuera del lugar, y dijo que la oficina pidió a los bomberos y a las autoridades locales que les llevaran agua, alimentos y brindaran asistencia médica a los familiares.

Este martes, la situación en los alrededores del presidio era caótica y el hedor que dejó tras de sí la matanza y el incendio hizo casi que obligatorio el uso de tapabocas para poder soportarlo.

Los expertos forenses de ciudades vecinas en Pará llegaron para ayudar a lidiar con el gran número de cadáveres. Los cuerpos tuvieron que ser almacenados en un camión refrigerado que llegó a Altamira después de que se diera a conocer la noticia de otra enorme masacre al interior de la prisión.

La oficina del forense informó que ya se han entregado 15 cuerpos a sus familiares.

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