Incendio en el que fallecieron calcinados 7 niños en México fue accidental
02 enero 19La procuradora de Ciudad de México señaló que los padres serán investigados por las autoridades
Después de que se había dicho que el incendio en Iztapalapa donde murieron siete niños había sido provocado, la fiscal de Ciudad de México confirmó que fue un accidente.
La procuradora de la capital mexicana también señaló que los padres de los menores serán investigados por las autoridades, para saber si hubo alguna omisión en el cuidado de sus hijos.
Ernestina Godoy Ramos mencionó que el dictamen pericial había determinado que un accidente con un cerrillo o papel, habría sido la causa del siniestro donde murieron 7 niños que tenían entre 2 y 14 años de edad, de acuerdo con lo reportado por el diario mexicano El Universal.
«La causa ya está clara, no es un asunto donde alguien sea responsable, el dictamen pericial concluyó que un cerillo o papel encendido provocó el incendio, era un lugar muy inflamable porque tenían demasiadas cosas; ropa, la casa en si era de lámina y madera, entonces fue rapidísimo», dijo la funcionaria tras salir del gabinete de seguridad en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
Esta última información contrastó con lo que había dicho anteriormente la suprocuradora, Margarita Vázquez Sánchez, durante una entrevista realizada por AristeguiNoticias el pasado 31 de diciembre.
Durante la entrevista le preguntaron si el incendio había sido causado a propósito. La funcionaria contestó afirmativamente. Incluso detalló que estaban investigando a un hombre -al parecer un cuñado- que supuestamente se encontraba con los niños el día de la tragedia, y que aún no había sido localizado.
La noticia escandalizó a la población porque a pesar de haber estado acompañados de tres adultos al momento del incendio, sólo los menores perdieron la vida.
Ernestina Godoy agregó que aunque todo parecía indicar que se había tratado de un accidente, las autoridades continúan investigando a los padres de los niños. Esto para tratar de descubrir si hubo una omisión en el cuidado de los pequeños, quienes vivían en una modesta casa de madera y cartón.
Después del incendio, los vecinos se lamentaron ante medios de comunicación de las condiciones precarias en las que vivían los menores, que generalmente eran invitados por ellos a comer algo, pues no sabían si tenían una alimentación adecuada.
Algunos acusaron a los padres de consumir drogas y a la abuela, de nombre Virginia, de no ocuparse de ellos a pesar de conocer la situación en la que estaban. Según los testimonios, a menudo se les veían sin asear y con la misma ropa.
Hubo algunos que incluso dijeron que los pequeños eran víctimas de explotación sexual, principalmente las niñas. Sin embargo, ninguna autoridad ha confirmado esta información.
Godoy Ramos explicó que este tipo de tragedias ocurren por las condiciones de pobreza en la que viven las familias. Aseguró que en el caso particular de Iztapalapa, el contexto incluía vivir en un terreno irregular, falta de trabajo y un problema de adicciones.
Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, ordenó que los padres de los menores fueran llevados a un albergue del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS). En las próximas horas se confirmará si serán sujetos a algún proceso penal.
«Seguimos analizando con mucho cuidado el tema, si existe alguna cuestión por omisión en los cuidados. Estaban afuera, ahí ya se permitió todo el duelo, el gobierno estuvo apoyando todo el tiempo… Hoy vamos a determinar por la tarde si se van a llevar a juez o no», dijo la procuradora.
«Perdón,ya no llegué»
En medio del dolor durante el velorio de los siete niños que fallecieron en el incendio, un hombre llamó la atención de todos los asistentes. Iba vestido con una chamarra azul y cuando se acercó a los ataúdes intentó abrir uno, pero la gente se lo impidió.
«Perdón, ya no llegué» fueron sus únicas palabras, después se retiró tranquilamente y se recargó en una columna del patio donde se realizaban los funerales.
El misterioso hombre fue identificado por los asistentes como el padre de algunos de los niños que habían fallecido, publicó el diario mexicano El Universal.