Lula da Silva presentó una queja ante el gobierno de Trump por las condiciones del vuelo de los migrantes brasileños expulsados de Estados Unidos

27 enero 25
Lula da Silva presentó una queja ante el gobierno de Trump por las condiciones del vuelo de los migrantes brasileños expulsados de Estados Unidos

Por: Infobae

(Desde San Pablo) El presidente Lula da Silva ha convocado para hoy una reunión para decidir si asiste a la convocatoria de urgencia hecha para el miércoles por la Comunidad de Estados Latinoamericanos para tratar la expulsión de migrantes de Estados Unidos. Después de Colombia y México, Brasil también vivió su primera crisis con el gobierno de Trump.

El enfrentamiento se ha desatado por la reacción del gobierno de Lula a la deportación de 88 migrantes ilegales brasileños expulsados de Estados Unidos y esposados durante el vuelo que aterrizó el viernes por la noche en Manaos, la capital del estado de Amazonas. “Se presentará una petición de explicaciones al gobierno de Estados Unidos sobre el trato degradante a los pasajeros del vuelo”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Itamaraty, en X.

El avión se dirigía a Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, pero tras aterrizar en Manaos para repostar, tuvo problemas con el aire acondicionado, lo que provocó un motín entre los pasajeros. Algunos de ellos incluso activaron la puerta de emergencia, bajaron y protagonizaron una protesta caminando por un ala del avión.

El ministro brasileño de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, criticó el uso de las esposas, que calificó de “falta de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños”, decretando que un avión de la Fuerza Aérea Nacional transportara a los deportados a Belo Horizonte, donde, una vez llegados, algunos se quejaron de haber sido tratados con violencia por los agentes estadounidenses.

“Ni siquiera un perro merecía ser tratado así”, dijo uno de ellos una vez que aterrizó, tras pasar dos meses en prisión en Estados Unidos, adonde había llegado desde México. “Pasé casi 50 horas esposado, sin comer bien. Llevo cinco días sin ducharme”, dijo. Para recibir al grupo en Belo Horizonte, Lula envió a la ministra de Derechos Humanos, Macaé Evaristo. En un vídeo publicado en sus redes sociales, la ministra afirmó que “los países pueden tener políticas migratorias, pero sin violar los derechos de nadie”.

El vicepresidente Geraldo Alckmin también intervino en el debate. En su X, elogió la decisión de Lewandowski. “Felicito al ministro que, por instrucciones del presidente Lula, ordenó de forma encomiable al gobierno de EEUU retirar las esposas a los ciudadanos brasileños deportados a Brasil, activando el envío de aviones de nuestra valerosa Fuerza Aérea para realizar la operación”, dijo Alckmin.

Añadió que “nuestra Constitución establece la dignidad de la persona humana como principio republicano fundamental y la prevalencia de los derechos humanos como uno de los ejes de sus relaciones internacionales”.

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