Miles de personas se ven obligadas a evacuar Florida ante la amenaza del huracán Helene
25 septiembre 24Centro Nacional de Huracanes
Por Infobae
Miles de residentes de Florida enfrentan evacuaciones obligatorias mientras el huracán Helene avanza con velocidad hacia la costa del Golfo de Florida, así lo informó CNN. La tormenta, que amenaza con convertirse en huracán de categoría 3 antes de tocar tierra, podría traer vientos poderosos, inundaciones significativas y mareadas ciclónicas peligrosas a una región ya castigada por recientes huracanes.
Evacuaciones ordenadas por las autoridades locales afectan al menos nueve condados, incluidos Citrus, Hillsborough, Charlotte, Golfo, Manatee y Pinellas. Asimismo, se espera que la tormenta toque tierra en el área de Big Bend a última hora del jueves, con vientos máximos sostenidos de 96 km/h (59,7 mph), según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). “Este sistema será diferente a todo lo que hemos experimentado hasta la fecha”, advirtió la oficina del sheriff del condado de Taylor. Las evacuaciones obligatorias también se han emitido en los condados de Franklin y Wakulla.
El fortalecimiento rápido de Helene se debe a las aguas cálidas del Golfo de México, y se esperaba que la tormenta pasase de ser una tormenta tropical a un huracán en 48 horas, pero el NHC lo confirmó este mismo miércoles. Esto representa una amenaza particular para el área de Big Bend, la cual podría enfrentar una marejada ciclónica de hasta 4,5 metros (14,8 pies). “Hemos pasado por muchas de estas en todos los años que llevamos aquí”, comentó Howard Rabe a WFTS, afiliada de CNN.
La situación de emergencia llevó al gobernador de Florida, Ron DeSantis, a ampliar la declaración de emergencia de 41 a 61 condados, agilizando así la preparación y coordinación entre los gobiernos estatales y locales. Al mismo tiempo, se han activado 3000 miembros de la Guardia Nacional de Florida y el uso de Starlinks para asegurar la conectividad de internet en caso de cortes.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, también declaró el estado de emergencia anticipándose a los efectos de la tormenta en su estado. “Mientras observamos la trayectoria de Helene y su posible impacto, declaramos el estado de emergencia para que los equipos de gestión de emergencias puedan preparar y dirigir los recursos con suficiente antelación a la llegada de la tormenta”, afirmó Kemp en X.
Los ciudadanos de Florida también se están activando activamente. En la costa del Golfo, varias familias lidian todavía con los efectos del huracán Debby y ahora se enfrentan a una nueva amenaza. “Estamos abrumados. Demasiado para nosotros. Tenemos 84 años”, declaró Ron Booher a WFTV, afiliada de CNN. Lynn Marshall, otra residente, compartió su preocupación con WJHG: “Durante el huracán Michael mi casa quedó destruida. Los cuatro negocios quedaron destruidos. Yo trabajaba para el Port Inn y fue destruido”.
En respuesta a la inminente amenaza, varios distritos escolares, incluidos los de Hillsborough, Pinellas y Sarasota, han anunciado cierres preventivos. Además, las universidades del estado también seguirán esta medida para asegurar la protección de sus estudiantes y personal.
Mientras tanto, el sector asegurador de Florida se encuentra en una situación crítica. Las repetidas tormentas han llevado a muchas aseguradoras a retirarse del estado, incapaces de asumir los riesgos crecientes asociados a fenómenos meteorológicos severos. La directora de gestión de emergencias del condado de Pinellas, Cathie Perkins, advirtió: “Esta tormenta es mucho mayor que Idalia y Eta, y para Idalia, partes de nuestro condado tuvieron más de 1,2 metros de marea de tormenta y tuvimos más de 1500 casas inundadas”.
Georgia también se prepara para los posibles azotes de Helene, esperando vientos fuertes y lluvias torrenciales que podrían causar daños generalizados desde mediados de semana. Se esperan precipitaciones de hasta 30 cm (11,8 pulgadas) en algunas zonas del Panhandle de Florida y mucho más al norte hasta partes de Virginia.
El Centro Nacional de Huracanes prevé “cambios en la trayectoria de la tormenta, lo que podría alterar el lugar donde se producirán sus peores efectos”.