Los rescatistas en Turquía y Siria luchan contrarreloj por encontrar supervivientes entre los escombros del terremoto

08 febrero 23
Los rescatistas en Turquía y Siria luchan contrarreloj por encontrar supervivientes entre los escombros del terremoto

Por Infobae

Los equipos de rescate en Turquía y Siria enfrentan este miércoles horas “cruciales” para hallar supervivientes entre los escombros del potente sismo del lunes, que ya ha dejado más de 8.300 muertos entre los dos países.

En medio del frío y la devastación, los socorristas, auxiliados por los primeros equipos de emergencia llegados de otros países, luchan contra el reloj para encontrar personas con vida tras el terremoto de magnitud 7,8 del lunes a las 04H17, con epicentro en el sureste de Turquía.

La imagen esperanzadora de una recién nacida rescatada viva de entre los escombros en Siria contrasta con la desolación de un padre en Turquía que sujeta la mano de su difunta hija atrapada entre dos bloques de hormigón.

El ministro turco de Interior advirtió el martes que las próximas 48 horas iban a ser “cruciales” para encontrar supervivientes del sismo, que llevó a Ankara a decretar siete días de luto nacional.

En total, el número de fallecidos se sitúa de momento en 8.364 personas, con unos balances provisionales de 5.894 muertos en Turquía y 2.470 en Siria (1.250 en el territorio controlado por Damasco y 1.220 en las zonas rebeldes).

En Siria, el saldo debe “subir considerablemente porque cientos de personas siguen atrapadas bajo los escombros”, indicaron los “Cascos Blancos” (voluntarios de protección civil) de las zonas rebeldes.

Se trata del peor terremoto que ha vivido Turquía desde 1999, cuando una sacudida mató a 17.000 personas, un millar de ellas en Estambul.

En la localidad siria de Jindires, los socorristas pudieron rescatar a una niña recién nacida entre los escombros del inmueble.

La bebé estaba todavía unida por el cordón umbilical a su madre, fallecida como el resto de miembros de la familia.

“Oímos un ruido y escarbamos (…), limpiamos el lugar y encontramos a esta pequeña, alabado sea Dios”, dijo a la AFP Khalil Sawadi, allegado de la familia.

En cambio, el rescate llegó tarde para Irmak, una adolescente de 15 años. En silencio, su padre Mesur Hancer sostiene la mano inerte de la chica atrapada en los restos de un bloque en Kahramanmaras (sureste de Turquía).

Situada en el epicentro del sismo, la ayuda todavía no ha llegado a esta ciudad de más de un millón de habitantes de difícil acceso.

“¿Dónde está el Estado? ¿Dónde está? (…) Han pasado dos días y no hemos visto a nadie”, se desesperaba Ali, que espera todavía hallar con vida a su hermano y su sobrino atrapados entre los escombros de su apartamento.

El devastador terremoto estuvo seguido por numerosas réplicas, algunas muy potentes, que provocaron el pánico en numerosos supervivientes, temerosos de volver a sus casas.

En la ciudad turca de Gaziantep, muchos decidieron refugiarse en el aeropuerto. “Ahora mismo, nuestras vidas están realmente marcadas por la incertidumbre”, dijo Zahide Sutcu, que huyó de su casa con sus dos hijos.

En total, la Organización Mundial de la Salud calcula que 23 millones de personas quedaron “expuestas” a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.

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