EEUU planea usar un novedoso control de exportaciones para dañar las industrias estratégicas de Rusia si Putin invade Ucrania

23 enero 22
EEUU planea usar un novedoso control de exportaciones para dañar las industrias estratégicas de Rusia si Putin invade Ucrania

Por Infobae

La administración Biden amenaza con utilizar un novedoso control de las exportaciones para perjudicar a las industrias estratégicas rusas, desde la inteligencia artificial y la computación cuántica hasta el sector aeroespacial civil, si Moscú invade Ucrania, dicen funcionarios de la administración.

La administración también podría decidir aplicar el control de forma más amplia, de manera que podría privar a los ciudadanos rusos de algunos teléfonos inteligentes, tabletas y consolas de videojuegos, dijeron los funcionarios.

Estas medidas ampliarían el alcance de las sanciones de Estados Unidos más allá de los objetivos financieros, hasta el despliegue de un arma que sólo se ha utilizado una vez, para casi paralizar al gigante tecnológico chino Huawei.

El arma, conocida como la regla del producto extranjero directo, contribuyó a que Huawei sufriera la primera caída anual de sus ingresos, un asombroso 30% el año pasado, según los analistas.

El atractivo de utilizar la regla del producto extranjero directo deriva del hecho de que prácticamente cualquier cosa electrónica hoy en día incluye semiconductores, los diminutos componentes de los que depende toda la tecnología moderna, desde los teléfonos inteligentes hasta los aviones y los ordenadores cuánticos, y que apenas hay un semiconductor en el planeta que no esté fabricado con herramientas estadounidenses o diseñado con software estadounidense. Y la administración Biden podría intentar obligar a las empresas de otros países a dejar de exportar este tipo de bienes a Rusia mediante esta norma.

“Se trata de un lento estrangulamiento por parte del gobierno de Estados Unidos”, dijo el analista tecnológico Dan Wang, de Gavekal Dragonomics, una firma de investigación en Shanghai, sobre Huawei. La norma cortó el suministro de la firma de microchips necesarios, que fueron hechos fuera de Estados Unidos pero con software o herramientas estadounidenses.

Ahora los funcionarios de Washington dicen que están trabajando con los aliados europeos y asiáticos para elaborar una versión de la norma que tendría como objetivo detener los flujos de componentes cruciales para las industrias para las que el presidente ruso Vladimir Putin tiene grandes ambiciones, como la aviación civil, marítima y de alta tecnología.

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