Una mascarilla experimental brilla en la oscuridad al detectar COVID-19

16 diciembre 21
Una mascarilla experimental brilla en la oscuridad al detectar COVID-19

Por Infobae

El uso de barbijo junto con las vacunas contra el coronavirus, han sido las mejores herramientas para frenar la transmisión del virus SARS-Cov-2. Hasta ahora, ninguna mascarilla podía detectar si la persona tenía coronavirus o no. Según las últimas investigaciones, científicos japoneses se acercan a este logro científico.

Investigadores de la Universidad del Prefectura de Kioto han desarrollado máscaras que usan anticuerpos de huevos de avestruz para detectar COVID-19 brillando bajo luz ultravioleta. Las células contienen anticuerpos que se unen al virus, así la máscara puede identificar el coronavirus en el aliento exhalado al iluminar la máscara con una luz fluorescente, revelando manchas provocadas por el virus.

El nuevo desarrollo utiliza anticuerpos extraídos de huevos de avestruz que han sido inyectadas con una forma inactiva y no amenazante del virus SARS-CoV-2.

La máscara ha sido desarrollada por un grupo de investigación, dirigido por el doctor en veterinaria Yasuhiro Tsukamoto, presidente de la Universidad de la Prefectura de Kioto en Japón, quien argumentó que la luz LED de un teléfono celular también se puede utilizar como fuente de luz.

El descubrimiento de Yasuhiro Tsukamoto y su equipo podría proporcionar pruebas de bajo costo para detectar la presencia del virus en los ámbitos particulares como casas y oficinas, dijeron en un comunicado de prensa.

Los investigadores japoneses inyectaron en febrero pasado el virus inactivado de SARS-CoV-2 en avestruces hembras. Una vez que las aves pusieron sus huevos, los científicos extrajeron los anticuerpos de allí. Los científicos explicaron que animales como las avestruces son capaces de producir diferentes anticuerpos neutralizando patógenos extraños en el cuerpo.

Para completar la prueba, diseñaron un filtro para insertarlo dentro de un tapabocas que contiene anticuerpos extraídos de huevos de avestruz. Los filtros, una vez usados, deben retirarse de la mascarilla y rociarse una sustancia química reactiva. Lo que comprobaron es que luego de este proceso, brillaron bajo la luz ultravioleta si el virus estaba presente.

En un pequeño estudio, los sujetos de prueba usaron las máscaras y, después de ocho horas, se quitaron los filtros y se rociaron con la sustancia química. Los filtros que usaban las personas infectadas con COVID-19 brillaron alrededor de la nariz y la boca.

Tsukamoto y su equipo de investigación explicaron que analizaron el comportamiento durante diez días de 32 pacientes con COVID-19. Los investigadores dijeron: “Los anticuerpos de avestruz contra el nuevo coronavirus colocado en el filtro de la boca de la máscara captura el coronavirus al toser y estornudar”.


“También logramos visualizar el antígeno del virus en el filtro portador de anticuerpos de avestruz cuando usamos la luz negra ultravioleta LED y la luz LED del teléfono inteligente como fuente de luz”, agregaron.

El equipo va a continuar sus investigaciones para desarrollar máscaras que brillen automáticamente al detectar el virus SARS-CoV-2, sin necesidad de iluminación especial.

Tsukamoto, profesor de veterinaria y presidente de la Universidad de la Prefectura de Kioto, ha estudiado avestruces durante años, buscando formas de adaptar su poder inmunológico para combatir la gripe aviar, las alergias y otras enfermedades.

El investigador Tsukamoto le dijo a la agencia de noticias Kyodo, en Japón, que descubrió su propia positividad para COVID-19 después de que usó una de las máscaras especiales y descubrió que brillaba cuando la revisaba. El diagnóstico se confirmó después de una prueba estándar.

Efectividad de los barbijos


El barbijo sigue siendo efectivo contra el COVID-19 y usarlo reduce 53% la posibilidad de contagio.

Una publicación hecha a principios de mes en The BMJ, un medio global de atención médica, mostró una revisión masiva a cargo de una decena de especialistas de la Universidad Monash, el centro de estudio público de Melbourne en Australia, que analizó 72 estudios de todo el mundo para evaluar cómo las medidas de salud no farmacéuticas redujeron los casos de COVID-19. Los investigadores encontraron que medidas como lavarse las manos, usar máscaras y el distanciamiento físico redujeron significativamente la incidencia de COVID-19.

Para los investigadores, considerando estos escenarios no certeros ni ideales, su masivo documento resalta que también se ha demostrado que “las estrategias de prevención de salud pública son beneficiosas para combatir las infecciones respiratorias”. Los investigadores, en su rastreo de otros 70 documentos científicos publicados y revisados por pares, localizados en diferentes sitios del mundo y publicados en los medios de relevancia como The Lancet, Cell o Nature, encontraron que mantener el uso de una máscara podría reducir la incidencia de COVID-19 en un 53 por ciento.

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