El régimen chino se indignó por la cumbre democrática que convocó Estados Unidos
24 noviembre 21Por Infobae
Beijing expresó este miércoles su “firme oposición” a la invitación a Taiwán por el presidente estadounidense, Joe Biden, a una cumbre virtual por la democracia, en la que participaran en diciembre más de un centenar de países, pero no la propia China.
El gigante asiático considera a la isla independiente como una de sus provincias, aunque no controle a esta isla de 23 millones de habitantes.
Taiwán agradeció este miércoles a Biden la invitación, que le permite lucir a nivel internacional sus credenciales democráticas.
“Con esta cumbre, Taiwán puede compartir su exitosa historia democrática”, indicó el portavoz de la presidencia de la isla, Xavier Chang, en un comunicado.
Sin embargo, China reaccionó de inmediato y mostró su “su firme oposición ante esta invitación estadounidense a las autoridades de Taiwán”, dijo a la prensa el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, quien subrayó que Taiwán es “una parte inalienable del territorio chino”.
Taiwán, isla gobernada de forma democrática y reivindicada por Beijing, es foco de importantes tensiones entre las dos grandes potencias mundiales, Estados Unidos y China.
Rusia, por su lado, también criticó la iniciativa de Estados Unidos, acusándolo de sembrar división.
“Estados Unidos prefiere crear nuevas líneas de división, dividir a los países en buenos, según su opinión, y malos, según su opinión”, declaró el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov. Muchos de los participantes en esta cumbre virtual son aliados de Washington. Entre ellos figuran Irak, India y Pakistán, según la lista publicada el martes por el Departamento de Estado.
Turquía, aliada de Washington en la OTAN, tampoco aparece entre los países participantes, ni Rusia tampoco.
La mayoría de los países latinoamericanos figuran entre los invitados, a excepción de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Biden parece haberlo dejado claro desde su llegada a la Casa Blanca en enero pasado: su política extranjera se basa en la oposición entre las democracias y las “autocracias”, que según él encarnan entre otros China y Rusia.
El mandatario estadounidense sí ha invitado en cambio a Brasil, dirigido por el ultraderechista Jair Bolsonaro