Kast y Boric deberán ajustar sus discursos para convencer a indecisos y desencantados de cara a la segunda vuelta en Chile
22 noviembre 21Por Infobae
Una dura tarea es a la que tienen por delante los dos candidatos que pasaron al ballotage tras la primera vuelta electoral de ayer. Tanto José Antonio Kast como Gabriel Boric deberán convencer a quienes optaron por otras ofertas electorales y a más de la mitad del padrón que no concurrió a votar.
Kast, con su discurso basado en la migración, seguridad y conservadurismo, se enfrentará a Boric, quien debe superar el segundo lugar obtenido en primera vuelta con su discurso refundacional sobre el país. Ambos candidatos tienen menos de un mes para obtener más apoyo, pues la segunda vuelta se realizará el 19 de diciembre.
Kast es un abogado de 55 años, casado y padre de 9 hijos y que muestra simpatía por el ex dictador Augusto Pinochet. Sumó el 27,91% de apoyos, y diversos sectores políticos concordaron en que el candidato del Frente Social Cristiano logró capitalizar el voto de la Macrozona Sur con este manejo del concepto del orden, la no violencia y la militarización de la zona, y también parte del norte, con su discurso relativo a la migración irregular.
Analistas resaltan que este resultado es la diferencia más estrecha de las últimas dos décadas en primera vuelta. El récord superado es el de los comicios de 1999, cuando Ricardo Lagos tuvo una ventaja de apenas 0,44% sobre Joaquín Lavín. Aquí surge un dato no menor: desde el retorno a la democracia, siempre se ha convertido presidente quien obtuvo la mayor cantidad de votos en primera vuelta, en elecciones que estaban divididas en dos polos. Hoy, el escenario es distinto, pues existe una gran cantidad de votos indecisos y agrupaciones políticas que aún no han manifestado a qué candidato apoyará.
La irrupción de Franco Parisi fue la gran sorpresa. Obtuvo el tercer lugar con el 12, 80%, tras lo cual anunció que realizaría una encuesta entre sus adherentes para determinar a cual de los dos candidatos apoyarán en el ballotage. Pese a que la totalidad de su campaña la realizó online, pues vive en Estados Unidos, sus votos podrían ser clave en el resultado de la segunda vuelta. Para los analistas, su irrupción fue el voto de castigo a los partidos tradicionales y el fin de la dualidad derecha-izquierda que gobernaba desde la década del ‘90.
Tras los resultados, quien fuera la apuesta de la Democracia Cristiana, la presidenta del senado Yasna Provoste, fue la primera en reaccionar y aseguró que los votos que obtuvo y que la relevaron a un quinto lugar, no son “un cheque en blanco” para endosarlos a Boric. Eso sí, puso el acento en frenar “el avance del fascismo que representa Kast”, ante lo cual afirmó que “no podemos tener una postura neutra”.
Asimismo, recalcó respecto a Boric que “va a ser muy importante en las próximas horas de poder escuchar qué es lo que le va ofrecer al país. Creo que las declaraciones de meter inestabilidad al país no son buenas y nosotros vamos a seguir nuestro proyecto de centroizquierda y seremos oposición, pero claramente no da lo mismo”, planteó. Es más, su partido anunció una convocatoria a una Junta Nacional para definir qué hará en el ballotage.
Una reacción distinta fue la de sus aliados. El Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD), Nuevo Trato y el Partido Liberal rápidamente se cuadraron con la opción de Apruebo Dignidad, dejando de lado las diferencias con su programa.
Desde el PS aseguraron que Kast “no solo constituye una amenaza para la democracia, también una amenaza para la vida cotidiana de todos los chilenos”. Su presidente, Alvaro Elizalde, llamó “a todos chilenos a votar en segunda vuelta en favor del candidato Gabriel Boric”.