La Unicef urgió a México la reapertura de las escuelas en zonas donde haya bajado el riesgo por COVID-19
04 marzo 21Por: Infobae
En un estudio publicado esta semana, el organismo de la ONU alertó que solo en América Latina y la zona del Caribe se concentra cerca del 60 por ciento de todos los niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo que perdieron un año escolar completo en el mundo debido al confinamiento por la pandemia.
Mientras que solo en México, especificaron, las escuelas han permanecido cerradas 180 días –desde marzo de 2020 a febrero de este 2021–, un número muy por encima del promedio de días sin escuelas por coronavirus en la región latinoamericana y el Caribe (158 días), así como el doble de la estimación global (95 días).
Eso posiciona a México como el octavo lugar entre los países donde las escuelas han permanecido cerradas por mayor tiempo. La Unicef advierte que toda esta situación representa serias amenazas para el presente y el futuro de las niñas, los niños y adolescentes en el país
“Los rezagos de aprendizaje en niñas, niños y adolescentes se están viendo agudizados debido al cierre de las escuelas, especialmente entre aquello que no pueden acceder a la educación a distancia o no de manera apropiada. Por ejemplo, los que viven en comunidades indígenas de alta marginación o no cuentan con internet o computadora en casa”, explicó Christian Skoog, representante de UNICEF en México.
El comunicado del organismo además recuerda que desde antes de la pandemia, México ya enfrentaba una crisis de aprendizaje, indicando que un 80% de niñas y niños en grado de primaria no alcanzaban los conocimientos esperados en comprensión de lectura y en matemáticas. Y lo peor: esa cifra –alertan– podría agravarse dada la dificultad de mantener la calidad educativa con los recursos disponibles en casa.
La Unicef reconoce los esfuerzos del gobierno mexicano en miras de alcanzar la continuidad educativa a través de “Aprende en casa”. Sin embargo insisten en que aún persisten grandes retos para que todos los niños, niñas y adolescentes tengan acceso a ese programa y no vean afectado su nivel de aprendizaje.
“Asimismo, es importante tener en cuenta la sostenibilidad de esta modalidad mientras las escuelas permanezcan cerradas y su calidad en comparación con la instrucción en aulas”, subrayan.