El Servicio Secreto planea aumentar la protección de Joe Biden anticipándose a su posible victoria electoral

06 noviembre 20
El Servicio Secreto planea aumentar la protección de Joe Biden anticipándose a su posible victoria electoral

El Servicio Secreto de los Estados Unidos ha estado enviando refuerzos a Wilmington, Delaware, a partir de este viernes para ayudar a proteger al antiguo vicepresidente, Joe Biden. Además, las autoridades de aviación civil restringieron el tráfico aéreo sobre su residencia en ese mismo estado.

Mientras tanto, su comitiva se prepara para la posibilidad de que pronto pueda reclamar la victoria en su candidatura a la Casa Blanca, de acuerdo con dos personas familiarizadas con los preparativos.

El Servicio Secreto convocó a un escuadrón de agentes para adherirse a la burbuja protectora alrededor de Biden, después de que su equipo le dijera a la agencia federal que el candidato demócrata continuaría utilizando un centro de convenciones en Wilmington por lo menos otro día más y que podría hacer un gran discurso este viernes, según las fuentes referidas, mismas que describieron los protocolos de seguridad bajo la condición de anonimato.

La portavoz del Servicio Secreto, Catherine Milhoan, se negó realizar comentarios, subrayando que la agencia no discute públicamente la planificación de seguridad para el presidente o los candidatos que protege. En este sentido, un colaborador de la campaña de Biden también declinó hacer alguna declaración al respecto.

Docenas de agentes han estado proporcionando seguridad a la casa de campaña de Biden, en el Chase Center, ubicado en el centro de convenciones Riverfront, en Wilmington, mientras que los estados clave en el campo de batalla se abren paso por medio del recuento de millones de votos emitidos en la elección del martes.

Sin embargo, la seguridad adicional que podría iniciar este viernes para Biden no será la misma que se le proporciona a un presidente electo, pero se acerca a esa dirección. Hasta el momento no está claro cuándo será que el Servicio Secreto provea ese nivel de seguridad para Biden en caso de ganar.

En condiciones típicas, la agencia aumenta la protección para un presidente electo, asignando una nueva balsa de agentes, inmediatamente después de que esa persona ha sido declarada ganadora. Históricamente, ese incremento de la protección ha sucedido en la noche de las elecciones, después de que un candidato ha cedido, mientras que el otro ha dado un discurso de victoria.

No obstante, la carrera electoral de este año ha estado marcada por un conteo de votos prologando y una ráfaga de ataques infundados del presidente Donald Trump a la integridad de la elección.

Durante una arenga pronunciada desde la Casa Blanca el jueves por la noche, Trump declaró, sin evidencias, que funcionarios estatales “corruptos” estaban contando injustamente los votos no válidos en las entidades en que él se encontraba detrás de Biden.

A causa de ello, su equipo de campaña ha lanzado esfuerzos para detener el proceso de conteo de votos en varios estados y pretende seguir haciendo eco de las afirmaciones infundadas del presidente, respecto a que el fraude ha contaminado las elecciones.

En el caso de que Biden sea considerado claro ganador, pero Trump no ceda, el Servicio Secreto podría esperar, bajo el protocolo de la agencia, hasta que el colegio electoral se reúna a mediados de diciembre para certificar los resultados de la votación y así tratarlo oficialmente como el presidente electo. Aunque el Servicio Secreto probablemente se sentiría obligado a aumentar la protección antes de eso, declaró una ex agente.

Cabe mencionar que el organismo únicamente se ha enfrentado a una decisión de este tipo una vez en su historia: en la disputada carrera presidencial de 2000 entre el republicano, George W. Bush, y el entonces vicepresidente demócrata, Al Gore.

En ese entonces, durante 36 días no hubo un presidente electo oficial, debido a que ambas partes se vieron envueltas en un recuento de votos en Florida y después en una lucha legal, la cual llegó hasta el Tribunal Supremo.

Durante ese periodo, el Servicio Secreto mantuvo el status quo, conservando la protección del vicepresidente Gore y continuando con las labores de seguridad de Bush, como uno de los principales candidatos.