Por: Infobae
Los meteorólogos indicaron meses atrás que en 2020 la temporada de huracanes iba a ser inusualmente activa. Y sus pronósticos no erraron. En las últimas horas se formaron dos nuevas tormentas tropicales en el Atlántico, Laura y Marco, y se espera que una de ellas -la primera- impacte la península de Florida.
En consecuencia, todo el sur de la Florida está en estado de vigilancia. Si bien el último pronóstico movió la trayectoria de la tormenta levemente hacia el oeste, anticipando un impacto directo en los Cayos de la Florida y no en Miami, hacia la tarde del viernes no se descarta que tan pronto como el domingo por la noche comience a sentirse su impacto en la ciudad.
“Los miamenses sabemos que ante estos fenómenos climáticos la prevención es nuestra mejor aliada. A cada hora pueden ir modificándose los pronósticos, pero nuestras autoridades de emergencia nos han indicado que lo responsable en este momento es que nos preparemos. La indicación es que con calma estén listos antes del domingo a la noche para la posibilidad de ser impactados por Laura. Tenemos ya dispuesto un equipo de emergencia para controlar carreteras, electricidad y necesidades de la población, si es que se llega a ese punto”, indicó el alcalde de Miami, Francis Suarez.
Todo parece indicar que, con la actual trayectoria, Laura seguiría siendo una tormenta tropical. Pero si en lugar de pasar sobre las islas de República Dominicana y Cuba, sigue camino por mar abierto, existe un 10 por ciento de probabilidad, según el Centro Nacional de Meteorología, de que se convierta en un huracán categoría 1.
El condado de Monroe, donde se encuentran los Cayos de la Florida, está bajo estado de emergencia local y ordenó evacuación obligatoria de aquellos viviendo en barcos, casas móviles, vehículos recreacionales y quienes estén acampando en carpas.
Según el último pronóstico, de las 2 de la tarde del viernes (hora del este de los Estados Unidos), la tormenta se encuentra a 233 kilómetros al este-sudeste del norte de las islas Leeward. Se detectó que se está moviendo al oeste a 18 millas por hora. Esta trayectoria hacia el oeste es la que eliminó a Miami de la posibilidad de un impacto directo, aunque fácilmente esto podría cambiar en cuestión de horas. Por eso no se ha levantado el estado de vigilancia y alerta.
“Esperamos que la tormenta pase sobre Puerto Rico el sábado por la mañana, y puede que el domingo por la mañana la veamos sobre la isla de Española (isla compartida por República Dominicana y Haití). El sistema está mucho más organizado que ayer, pero aún no se ven límites claros (…) La intensidad a esta altura es incierta y dependerá mucho de cuánta interacción con tierra tenga”, según indica el último reporte del Centro Nacional de Huracanes.