El Congreso de Estados Unidos aprobó la “Ley de Democracia” de Hong Kong y enfureció a China
16 octubre 19La norma pondría fin al estatuto comercial
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el martes un proyecto de ley solicitado por los manifestantes prodemocráticos en Hong Kong que tiene como objetivo defender los derechos civiles en el territorio semiautónomo, lo que provocó una respuesta furiosa de China.
La “Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong”, que ahora pasará para su debate al Senado antes de que pueda convertirse en ley, ha atraído un raro apoyo bipartidista en un Congreso actualmente polarizado.
“Hoy simplemente estamos instando al presidente chino y la presidenta ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, a cumplir fielmente las promesas del gobierno” de que se protegerían los derechos y la autonomía de Hong Kong, dijo el martes el representante republicano Chris Smith, principal patrocinador del proyecto de ley.
La ley pondría fin al estatuto comercial especial de Estados Unidos para Hong Kong a menos que el Departamento de Estado certifique anualmente que las autoridades de la ciudad respetan los derechos humanos y el Estado de Derecho.
También la ley requeriría que el presidente de Estados Unidos identifique y sancione a las personas responsables de la erosión de la autonomía y los graves abusos a los derechos humanos en Hong Kong.
China expresó su “fuerte indignación” por la aprobación del proyecto de ley.
“Lo que Hong Kong enfrenta no es el llamado problema de los derechos humanos y la democracia en absoluto, sino el tema de detener la violencia, restablecer el orden y defender el estado de derecho lo antes posible”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, en un comunicado.
Hong Kong, antigua colonia británica y ahora región china semiautónoma, se encuentra desde hace meses sacudida por manifestaciones de ciudadanos que acusan a Pekín de despojarla de sus libertades. Sin embargo, China retrata a los manifestantes como violentos separatistas y se enfurece ante cualquier interferencia extranjera en el asunto.