OIJ calcula que perjuicio por estafas telefónicas será mayor a ¢5 mil millones este año

Por: Fernando Muñoz
Fernando.munoz@monumental.co.cr
@Luisferms

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) alzó la voz ante la alarmante cantidad de denuncias que se reciben por estafas telefónicas, perpetradas en su mayoría desde los centros penitenciarios.

Solo en el 2017 se contabilizaron 95 denuncias mensuales, con un perjuicio económico de más de ¢2500 millones; mientras que el año pasado se recibieron 122 denuncias por mes y las pérdidas ascenderían a los ¢3600 millones.

La alerta que gira el OIJ permite evidenciar que las denuncias de todo el año pasado ya se superaron en tan solo 7 meses de este 2019. Entre enero y julio se recibieron 1511 reclamos, y al finalizar el año se proyecta que las pérdidas serían mayores a los ¢5600 millones.

El director del OIJ, Walter Espinoza, señaló que el Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Arturo Montero, también conocido como La Reforma, es donde más se planean estas estafas. Además, reconoció que el Estado realiza pocos esfuerzos por detener el problema.

A raíz de este tipo de situaciones, el llamado del OIJ es contundente: nadie debe brindar información personal por teléfono, y ninguna empresa financiera solicita datos por esta vía.

Según manifestó Espinoza, prácticamente ninguna persona logra recuperar el dinero que le roban con los timos telefónicos, por lo que insistió en la necesidad de que la población tome las precauciones del caso.

Los fondos sustraídos son trasladados a terceros, quienes cobran por recibir el dinero en sus cuentas. Ese porcentaje habitualmente es utilizado para comprar vehículos y electrodomésticos, según el análisis de las autoridades.

Este viernes el OIJ realizó una nueva incursión en La Reforma, tras determinar que desde allí se gestó un fraude conocido como ‘el timo del equipaje’. Bajo esa modalidad, se convence a taxistas de depositar dinero para retirar maletas y luego trasladarlas a un cliente hasta algún hotel conocido. Sin embargo, son casos ficticios, al igual que las otras estafas.