Los secretos de Barack Obama a la hora de tomar decisiones difíciles
08 marzo 19El ex presidente estadounidense
Cuando Barack Obama dejó la Casa Blanca hace dos años se encontró con que la vida fuera de la Casa Blanca se mueve más lenta. «Es parecido a The Matrix -la película- cuando al final, Neo detiene la velocidad de las balas», dijo el pasado miércoles en el 2019 Qualtrics X4 Experience Management Summit que se celebró en Salt Lake City.
Obama se había acostumbrado a lidiar con situaciones rápidamente porque a menudo eran literalmente de vida o muerte, dijo al CEO de Qualtrics Ryan Smith, en una charla ante 11.000 empleados, en su mayoría del sector privado de tecnología. «La idea que la gente tiene del gobierno es como de la oficina del Departamento de Vehículos Motorizados (DVM, por sus siglas en inglés) o la oficina de correos -cuando la gente solía usar la oficina de correos-«, expresó el ex presidente de los Estados Unidos, «pero no es así como funciona el ala oeste».
Smith tuvo que preguntar: cuando tomó posesión después de la elección de 2008, ¿cómo empezó a tomar decisiones importantes sobre problemas que nunca había enfrentado?, ¿dónde comenzó?
Sin sorpresa, dada su vocación de profesor, Obama describió un marco para trabajar en esas circunstancias, no solo para tomar una decisión difícil, sino también, para tener confianza mientras se la atraviesa.
Sentirse cómodo con las probabilidades
Cuando los problemas lo alcanzaban en la Casa Blanca, dijo, era porque no tenían solución. En general, se le pedía que eligiera entre dos opciones malas. «Por definición, si era un problema que tenía una solución fácil o incluso si era moderadamente difícil de solucionar, no llegaría a mí, porque por definición, alguien más lo habría resuelto», dijo. «Así que las únicas decisiones que me llegaban eran las horribles que no tenían una buena solución. Ellos decían, ‘vamos a mandar esto a Obama, no sé que hacer'», «De esa forma -bromeó-, cuando las cosas se arruinaban», la gente podía culparlo.
Smith tuvo que preguntar: cuando tomó posesión después de la elección de 2008, ¿cómo empezó a tomar decisiones importantes sobre problemas que nunca había enfrentado?, ¿dónde comenzó?
Sin sorpresa, dada su vocación de profesor, Obama describió un marco para trabajar en esas circunstancias, no solo para tomar una decisión difícil, sino también, para tener confianza mientras se la atraviesa.
Sentirse cómodo con las probabilidades
Cuando los problemas lo alcanzaban en la Casa Blanca, dijo, era porque no tenían solución. En general, se le pedía que eligiera entre dos opciones malas. «Por definición, si era un problema que tenía una solución fácil o incluso si era moderadamente difícil de solucionar, no llegaría a mí, porque por definición, alguien más lo habría resuelto», dijo. «Así que las únicas decisiones que me llegaban eran las horribles que no tenían una buena solución. Ellos decían, ‘vamos a mandar esto a Obama, no sé que hacer'», «De esa forma -bromeó-, cuando las cosas se arruinaban», la gente podía culparlo.
«Probablemente, la última parte de esto, que fue la más crítica, fue tener la confianza de tener personas a tu alrededor que eran más inteligentes que tú, o que estaban en desacuerdo contigo, o que tenían perspectivas diferentes a las tuyas», dijo. Esto ayudó a evitar que perdiera el tiempo pensando que había llegado a soluciones cuando no lo había logrado.
También fue clave, relató, sentirse seguro de que entenderías lo que esos expertos decían. Con ese fin, no dejó de hacer preguntas hasta que los hechos fueran claros para él. «Estoy muy orgulloso de esto: Yo siempre le decía a alguien, si estaba hablando de un asunto verdaderamente complicado, ‘no entiendo lo que está diciendo. Explícamelo en inglés'».
«Creo que uno de los problemas con las personas que están en grandes trabajos es que ellos comienzan a sentir que tienen que proyectar ‘tengo todas las respuestas'», sostuvo , «cuando, de hecho, la mayoría de las veces, no las tienes».