Donald Trump pidió al Congreso una ley que prohíba el aborto en los últimos meses del embarazo

06 febrero 19

Iniciativa fue recibida con una ovación por los congresistas republicanos

Donald Trump pidió al Congreso una ley que prohíba el aborto en los últimos meses del embarazo

Por Infobae

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le pidió este martes al Congreso que apruebe una legislación para prohibir el aborto en etapas tardías.

«Trabajemos juntos para construir una cultura que valore la vida inocente», exhortó Trump a los congresistas en su segundo discurso del Estado de la Unión, en el que lamentó que haya procedimientos que puedan causar dolor a los fetos en el vientre de la madre.

«Para defender la dignidad de cada persona, le pido al Congreso que apruebe legislación que prohíba abortos tardíos de niños que pueden sentir dolor en el viente de la mujer», detalló el presidente. Su solicitud generó una ovación del sector republicano, mientras que los demócratas (generalmente a favor de los derechos de la mujer) permanecieron con semblante serio.

En ese contexto, Trump agregó comentarios basados en sus creencias religiosas, ya que instó a reafirmar lo que consideró «una verdad fundamental». Según manifestó, «todos los niños, nacidos y no nacidos, están hechos a la santa imagen de Dios».

Trump se refirió, además, a la decisión del Senado y la Asamblea de Nueva York, que aprobaron un paquete de tres medidas para proteger en ese estado la despenalización del aborto.

Además, llegó a decir que el gobernador demócrata de Virginia, Ralph Northam, «ha afirmado que ejecutaría a un recién nacido». Northam, sin embargo, apuntó que apoyaba el aborto en un estado avanzado del embarazo, pero no ejecutar a un recién nacido.

Pese a que en 1973 el Tribunal Supremo abrió la puerta a la legalización del aborto, en la última década estados conservadores, como Texas, Michigan, Missouri y Virginia, han puesto cortapisas legales para impulsar su denominada agenda «provida».

El fallo de 1973, en el caso «Roe vs Wade», técnicamente no indicó que el aborto sea legal, sino que declaró inconstitucional la interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre la continuación de su embarazo.

En los últimos años, numerosos estados han abogado por imponer restricciones al aborto alegando proteger los derechos religiosos de quienes proveen los seguros médicos, lo que ha obstaculizado el acceso a servicios abortivos en gran parte del territorio estadounidense.