Inteligencia, espionaje y robo de secretos: qué hay detrás del arresto de la jefa financiera de Huawei
07 diciembre 18último eslabón de una larga cadena de sospechas e investigaciones
Por Infobae
La jefa financiera de Huawei fue detenida esta semana en Canadá y enfrenta una solicitud de extradición a Estados Unidos por la acusación de que la empresa violó sanciones impuestas a Teherán. Las autoridades sospechan que la firma exportó desde 2016 productos de origen norteamericano hacia Irán y otros países objeto de sanciones, violando así las leyes estadounidenses.
Sin embargo, detrás de la detención hay un conflicto mucho más profundo. El caso muestra un endurecimiento de Washington ante sus sospechas de espionaje por parte de Pekín.
Meng Wanzhou es hija de Ren Zhengfei, fundador de Huawei y otrora ingeniero del Ejército de China. La embajada china en Canadá emitió una enérgica protesta en la que aseguró que Meng no «transgredió ninguna ley de Canadá o Estados Unidos».
Una reciente ley federal en Estados Unidos prohibió al Ejército y al gobierno utilizar aparatos de Huawei y de la firma china ZTE por razones de seguridad. Además, organismos estadounidenses están implementando normas que impedirán a Huawei desarrollar redes de quinta generación (5G) en el país.
Ahora, el arresto se encamina a elevar aún más las tensiones entre las mayores potencias económicas del mundo. Las relaciones estaban ya bajo presión debido a acusaciones de Washington a Pekín por comercio desleal, robo de secretos comerciales y ciberespionaje.
Huawei niega todo vínculo con el gobierno chino pero en Washington muchos son escépticos. «Huawei actúa como un brazo de la inteligencia china. Es apoyada por el gobierno chino por razones de inteligencia», dijo el experto en tecnologías James Lewis.
A su juicio, China saldrá perjudicada porque su sistema 5G depende de chips y tecnologías de compañías de Silicon Valley. Huawei y muchas otras firmas «no podrían desarrollar tecnología 5G sin Intel u otros fabricantes (estadounidenses) de chips», aseguró.
Lo cierto es que Huawei lleva más de una década bajo vigilancia de Washington. En 2007 se le negó participar en la firma de telecomunicaciones 3Com y en 2010 fracasó en su intento de mejora la red inalámbrica Sprint.
A comienzos de este año, la firma estuvo a un paso de anunciar una alianza con AT&T para distribuir teléfonos inteligentes en Estados Unidos, pero abruptamente canceló el plan.
La empresa enfrenta también prohibiciones para acceder a contratos de 5G en Australia y Nueva Zelanda, y el grupo británico de telecomunicaciones BP dijo que está retirando equipos de Huawei utilizados en su red de telefonía celular.
Funcionarios del gobierno sostienen que China se vale de las tecnológicas para robar secretos comerciales. Pekín es considerado el principal acusado del robo de datos de millones de empleados públicos estadounidenses en 2015.
Un informe indicó este año que compañías chinas han insertado «chips espías» en artículos tecnológicos de Estados Unidos, lo cual eleva al máximo el riesgo de espionaje. Las empresas afectadas negaron lo indicado en ese informe.
El senador republicano Tom Cotton dijo que el arresto de Meng es un golpe al ciberespionaje chino. «La detención de una ejecutiva de Huawei debería ser el primero de muchos pasos del mundo libre contra Huawei; un brazo del Partido Comunista de China», tuiteó Cotton.
El senador demócrata Mark Warner dijo que el arresto evidencia que Huawei y otras firmas chinas desean desacatar las sanciones y convertirse en piezas clave para Pekin. «Durante mucho tiempo ha sido evidente que Huawei, como ZTE, representa una amenaza a nuestra seguridad nacional», dijo Warner.
«Esto es un recordatorio de que tenemos que tomar en serio los riesgos de hacer negocios y darle a acceso a nuestros mercados a compañías como Huawei», agregó.