El juicio de «El Chapo» Guzmán es tratado como si fuera un objetivo nuclear del terrorismo
23 noviembre 18Los francotiradores están ocultos entre los techos.
Los francotiradores están ocultos entre los techos. Hay que observar detenidamente para detectarlos y distinguirlos entre los edificios de Nueva York. Los dispuso el Departamento de Policía de aquella ciudad en los alrededores de la Corte del Distrito Este en Blookyn.
La Unidad K-9 de esa fuerza policial rastrea cada rincón del edificio con sus perros entrenados. Los canes olfatean a los individuos que ingresan allí, aunque sean abogados, testigos o familiares. Ninguna habitación escapa a la sensibilidad de los hocicos de estos animales entrenados para detectar cualquier tipo de amenaza.
El Puente de Brooklyn se cierra cuando Joaquín «El Chapo» Guzmán se dirige ultracustodiado a la corte desde Manhattan. Sus defensores deben quitarse los zapatos cuando ingresan para ser registrados. Nada debe quedar librado a la posibilidad de un ataque terrorista en uno de los juicios más custodiados de la historia de los Estados Unidos.
Un scanner gigantesco e hipersensible es el nuevo arca por el que todos deben pasar al ingresar al edificio por estos días. Tres uniformados rastrean todo. Los bolsos, mochilas y carteras también son detalladamente inspeccionados: por ojos humanos y por ojos digitales. Buscan explosivos, armas biológicas y químicas y bombas caseras. Custodian el juicio como si fuera un blanco del terrorismo nuclear y convencional, de acuerdo al diario Los Angeles Times.
Los soldados y aviadores que participan del operativo pertenecen al Equipo de Apoyo Civil para Armas de Destrucción Masiva de la Guardia Civil. Son un grupo de élite dedicados a contrarrestar las amenazas terroristas en grandes eventos en la ciudad.
Eric Durr, director de Asuntos Públicos de la Guardia Nacional en Nueva York dio un ejemplo de sus operativos: «Estarán en servicio para el desfile del Día de Acción de Gracias de Macy. Cualquier cosa que pueda considerarse un objetivo, tenemos a uno de nuestros equipos allí». Pero no sólo eso. Son los encargados de la seguridad durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el US Open y los festejos navideños en Times Square.
Pero no es sólo Guzmán el objetivo que las autoridades temen que sea objeto de un ataque terrorista. Creen que todo el edificio podría ser blanco. Incluso, la permanente presencia de periodistas, fotógrafos, la entrada triunfal de la esposa de «El Chapo» –Emma Coronel– y los múltiples curiosos que se acercan, lo convirtieron en un edificio tentador para un grupo desestabilizador y extremista.
Cada guardia es un scanner por sí. Están armados con una especie de laboratorio móvily un juego de sensores imperceptibles que buscan -además de explosivos- material químico, biológico, radiológico y nuclear. La mayoría del equipo de escaneo es tan pequeño que puede deslizarse dentro de un bolsillo. Pero además es tal la sensibilidad que estos micro equipos presentan que tienen la capacidad para determinar cuándo un transeúnte recibe tratamiento por problemas cardíacos o cáncer. O representa una amenaza terrorista.
Además de las bombas y explosivos convencionales, la tecnología con que están armados los guardias está diseñada para detectar desechos nucleares y otras amenazas radiológicas. Otras unidades sirven para inspeccionar polvos sospechosos en busca de riesgos biológicos.