Cómo perjudicó la injerencia de los ‘trolls’ rusos a Hillary Clinton en las elecciones de Estados Unidos

19 febrero 18

Los hackers habrían tenido en el foco a votantes indecisos y estados inestables como Michigan

Cómo perjudicó la injerencia de los ‘trolls’ rusos a Hillary Clinton en las elecciones de Estados Unidos

La Justicia norteamericana sigue avanzando en la causa sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016. En ese marco, el pasado viernes el Departamento de Justicia inculpó a 13 ciudadanos y a tres entidades de Rusia.

Los acusados tenían «el objetivo estratégico de sembrar discordia en el sistema político de los Estados Unidos, incluida las elecciones presidenciales de 2016», señala el texto de la imputación.

Ese mismo día, David Axelrod, asesor principal del ex presidente Barack Obama, apuntó un posible escenario tras la injerencia de los ‘trolls’ rusos.

A través de Twitter, citó el caso de la candidata liberal por el Partido Verde, Jill Stein. Axelrod recordó que en Michigan obtuvo 50.700 votos, estado en el que «Trump ganó por menos de 12.000». El consultor agregó que «también superó el margen de Trump en Wisconsin».
«Si los rusos intentaron redirigir a los votantes alineados a Hillary Rodham Clinton a terceros, como alega la acusación, era una estratagema astuta», aseguró Axelrod.

Según el portal Quartz, James Fallows, corresponsal de The Atlantic y ex redactor de discursos de Jimmy Carter, y el ex embajador de Obama en Moscú, Michael McFaul, abordaron la misma teoría.

¿En qué consiste esa teoría de Axelrod? Si bien Clinton se impuso en el voto popular por casi tres millones de sufragios, necesitaba menos del uno por ciento de oscilación en estados como Michigan, Pensilvania y Wisconsin para ganar en el colegio electoral.

La principal hipótesis, en la que se basa en gran parte la investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller, «los rusos atacaron a los votantes en estados inestables». Su propósito era evitar que el indeciso acudiera a votar o, en su defecto, si lo hacía que lo hiciera por candidatos como Stein.

Para fines de 2016, a pocas semanas de las elecciones, los ‘trolls’ apuntaron directamente a minorías étnicas, de acuerdo a lo establecido por la acusación, que cita algunos ejemplos de mensajes persuasivos en diferentes redes sociales.

«[Una] exageración y odio particular por Trump está engañando a la gente y obligando a los negros a votar a Killary», publicó la cuenta de Instagram «Woke Blacks».

«Elige la paz y vota por Jill Stein. Créanme, no es una pérdida de dinero «, divulgó «Blacktivist», también vía Instagram.

«La mayoría de los votantes musulmanes estadounidenses se niegan a votar por Hillary Clinton porque quiere continuar la guerra contra los musulmanes en el Medio Oriente», es otro de los mensajes que compartió Quartz en su artículo.

Una 126 millones de personas fueron alcanzadas por la campaña de propaganda rusasólo por medio de Facebook.

A partir de anuncios pagos y diferentes tipos de mensajes, los ‘trolls’ buscaban persuadir a los votantes para asistir a mitines de candidatos contrarios a Clinton.

Mientras los demócratas presionan para que se llegue al fondo de la cuestión, y el presidente Trump exige al FBI dedicar menos tiempo a la investigación sobre la injerencia rusa, el fiscal Mueller parece decidido a ir hasta el final.

Tras la imputación de los ciudadanos y entidades rusas, el gobierno de Vladimir Putin repudió las acciones, a las que calificó de «absurdas». «¿Trece personas intervinieron en las elecciones estadounidenses? ¿Trece, contra los presupuestos multimillonarios de las fuerzas especiales?», escribió Maria Zakharova, portavoz de la cancillería rusa.

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