Estos son los principales líderes de la oposición inhabilitados por el régimen de Nicolás Maduro

Por: Infobae

Este martes la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista convocó a elecciones presidenciales antes del 30 de abril. El encargado de leer el decreto fue Diosdado Cabello, uno de los pilares del régimen de Nicolás Maduro. Ahora es el Consejo Nacional Electoral, afín al Gobierno bolivariano, el que debe establecer la fecha y organizar el proceso electoral.

Si bien el presidente Maduro aún no confirmó su candidatura, el ex presidente de la Asamblea Nacional aseguró que el jefe de Estado será el representante por el chavismo.

Por el lado de la oposición, en cambio, la situación es muy diferente. Absolutamente golpeada por la persecución del régimen, los principales líderes se encuentran imposibilitados de presentarse por diferentes motivos: algunos por encontrarse detenidos arbitrariamente, otros inhabilitados o exiliados.

Tal vez el caso más resonante es el del preso político Leopoldo López, líder de Voluntad Popular (VP), quien en julio del año pasado, después de casi tres años y medio recluido en la prisión de Ramo Verde, fue trasladado a su casa donde cumple arresto domiciliario.

El coordinador nacional de Voluntad Popular incluso había sido inhabilitado en varias oportunidades antes de ser detenido. Fue sancionado, primero, por una donación de Petróleos de Venezuela en 1998 y después, por un traspaso de dinero que autorizó en 2002 cuando era alcalde de Chacao. Esa medida le impidió presentarse como candidato a la alcaldía de Caracas en 2008, cuando todavía estaba Hugo Chávez en el poder. Finalmente se presentó Antonio Ledezma. Esta última inhabilitación caducó en diciembre de 2017. Pero al tener una condena firme a 14 años de prisión, Leopoldo no podrá ser candidato en las elecciones de este año.

Ledezma es otro de los líderes de la oposición que no podrá hacer frente al chavismo en los comicios generales. El 19 de febrero de 2015 fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) en su propia oficina. Pasó un tiempo también en Ramo Verde, pero luego, por algunos problemas de salud, fue llevado a su casa, donde cumplió arresto domiciliario hasta noviembre del año pasado, cuando logró escapar.

El ex alcalde metropolitano cruzó a Colombia, y luego se exilió en España. Ahora alza su voz en diferentes países del mundo denunciando los atropellos y violaciones del régimen chavista contra el pueblo venezolano.

Henrique Capriles, candidato a presidente en dos oportunidades (2012 y 2013), fue inhabilitado el año pasado por la Contraloría General de la República «por incurrir en supuestos ilícitos tipificados, como no presentar el presupuesto local ante el Consejo Legislativo del estado, pactar convenios internacionales sin autorización para ello y firmar contratos por la Gobernación de Miranda con empresas sin cumplir las normas».

La prohibición a presentarse a cargo públicos, que regirá por 15 años, comenzó cuando dejó sus funciones como gobernador del estado Miranda.

El líder de Primero Justicia (PJ) reconoció su derrota frente a Chávez en octubre de 2012. Sin embargo, a los pocos meses murió el ex presidente venezolano y el Consejo Electoral llamó a nuevos comicios para abril de 2013. Según las autoridades electorales chavistas, Maduro se impuso por poco más de un punto porcentual de diferencia. Pero la oposición hasta el día de hoy sostiene que el régimen cometió fraude aquel día.

Si bien no es una de las figuras fuertes de la oposición, Freddy Guevara tomó el control de Voluntad Popular desde que Leopoldo López cayó en prisión. Ese hecho lo ubicó en el eje del chavismo, que sin dudas está atento a cualquier dirigente que pueda surgir o amenazar el poder del régimen.

En noviembre pasado, la Corte Suprema chavista ordenó quitarle los fueros. En ese entonces Guevara se desempeñaba como vicepresidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. También se le impidió la salida del país. Ante esa persecución, el dirigente opositor se recluyó en la embajada de Chile «por su seguridad e integridad personal».

El objetivo del régimen de Maduro es claro: evitar a toda costa enfrentar una figura de peso de la oposición. Ante este panorama, el anti-chavismo entra en un dilema sobre quién los representará en las elecciones. Aunque, claro está, habrá quienes se opongan a la realización de los comicios bajo las condiciones de la dictadura, luego de las elecciones regionales y municipales celebradas en 2017 en las que, una vez más, se denunció fraude por parte del chavismo.

A día de hoy, Henry Ramos Allup, líder de Acción Democrática (AD) y ex presidente del Parlamento, es uno de los pocos funcionarios que se mostraron con intenciones de presentarse en las generales.

El año pasado cesó la inhabilitación que regía sobre María Corina Macha, de Vente Venezuela (VV). Sin embargo, la dirigente se manifestó en contra de participar en las elecciones de 2017 ante el fraude chavista, por lo que su postura podría ser la misma para los comicios de este año.

Por último, David Smolansky, ex alcalde de El Hatillo, fue condenado el pasado mes de agosto a 15 meses de prisión por negarse a reprimir a la población civil en el marco de las protestas contra el régimen de Maduro. Tras la sentencia, el dirigente también se dio al exilio.

Con la oposición perseguida y completamente diezmada, la dictadura chavista empieza a orquestar un nuevo mandato de Maduro. El propio Cabello confirmó que el jefe de Estado será el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV):  «Nosotros no vamos a tener problema, tenemos un solo candidato para continuar con la revolución», manifestó, mientras el plenario coreaba: «Nicolás, Nicolás».