Puertorriqueños dicen que aún no reciben la ayuda de EE.UU.

29 septiembre 17

La desesperación de muchos aumenta

Puertorriqueños dicen que aún no reciben la ayuda de EE.UU.

Los puertorriqueños se quejan que la ayuda que llega a la isla tras el paso del huracán María es aún escasa y desorganizada, por lo que miles han optado por irse a la parte continental de Estados Unidos.

La desesperación de muchos aumenta mientras el gobierno del presidente Donald Trump trata de acelerar el esfuerzo por ayudarles.

El jueves, el presidente dijo que los esfuerzos de socorro para Puerto Rico son exitosos; además nombró a un militar para que esté a cargo de las operaciones de recuperación y suspendió por 10 días las restricciones para que embarcaciones extranjeras lleven provisiones a la isla.

Los puertorriqueños aseguran que a ocho días del paso del huracán, el abasto de alimentos se agota en algunas localidades remotas, las comunicaciones no mejoran y no hay esperanzas de que la electricidad y el agua potable se restablezcan pronto.

El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, prometió que se le inyectarán $6.700 millones de dólares a la cuenta de asistencia de desastres de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA por sus iniciales en inglés) antes de que finalice la semana.

La secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, declaró igualmente que “el plan de ayuda está bajo control”.

A las afueras de la capital, San Juan, los habitantes afirman que no hay nada más lejos de la realidad.

Mari Olivo, un ama de casa de 27 años, dijo que no ha recibido ayuda y que desde la víspera se quedó sin comida.

Por su parte, Javier San Miguel, un contador de 51 años, dijo que no ha visto ayuda federal por ningún lado.

En el poblado de San Lorenzo, unos 65 kilómetros (40 millas) al oeste de San Juan, las personas atravesaban agua que les llegaba a las rodillas para obtener provisiones, debido a que el puente que cruza el río Manatí quedó destruido por la tormenta.

Los residentes de San Lorenzo recolectan agua de lluvia para beber y se turnan para cocinar alimentos entre ellos, debido a que las provisiones básicas se están agotando.

El jueves, miles de personas hicieron fila en el puerto de San Juan el jueves para abordar un crucero que los llevaría desde Puerto Rico a la parte continental de Estados Unidos, en una de las mayores evacuaciones desde que el huracán María golpeó a la isla.

Es probable que la devastación refuerce un éxodo que ha llevado en los últimos años a decenas de miles de puertorriqueños a abandonar el territorio, que ya enfrentaba dificultades económicas, en busca de oportunidades en el continente.

“Lamento salir de Puerto Rico, pero tengo que hacerlo. Prefiero mi hogar, pero es imposible con estas condiciones”, dijo Ada Reyes, de 85 años. Ella ocupaba una silla de ruedas y viajaba en el crucero Royal Caribbean con destino a Florida junto a su nieta, María Fernanda, de 19 años.

La FEMA, que encabeza las labores de ayuda, ha enviado 150 contenedores repletos de suministros hacia el puerto de San Juan desde la llegada del huracán el 20 de septiembre, dijo Omar Negrón, director de la Autoridad de los Puertos de Puerto Rico. Señaló que todos los contenedores fueron enviados a personas necesitadas, pero que la asistencia privada no ha llegado a la isla.

El legislador José Enrique Meléndez dijo por su parte que la respuesta del gobierno federal ha sido un desastre y muy lenta.

Dijo que el gobierno de Trump se ha enfocado más en dejar una buena impresión entre los miembros de la prensa que se reunieron en el centro de convenciones de San Juan, que en llevar ayuda a las zonas rurales de Puerto Rico.

Trump y sus asesores defendieron la atención del gobierno a las secuelas que dejó el huracán huracán, que destruyó gran parte de la infraestructura de la isla.

“La red eléctrica en Puerto Rico está totalmente caída. Grandes cantidades de generadores han llegado a la isla. Alimentos y agua en el lugar”, tuiteó el presidente durante la mañana del jueves.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, señaló que 10.000 trabajadores del gobierno, incluyendo a más de 7.000 soldados, asisten en las labores de recuperación de Puerto Rico.

El periódico The Washington Post en su edición del viernes hace una comparación entre la respuesta de Estados Unidos al terremoto de Haití en enero de 2010 con la que ha habido hasta ahora en la emergencia de Puerto Rico.

En 2010, dice el Post, en dos días el Pentágono había enviado 8.000 soldados a Puerto Príncipe y en las siguientes dos semanas la cifra subió a 22.000 soldados y 33 barcos de la fuerza naval.

En contraste, en Puerto Rico, un territorio estadounidense, hay hasta ahora solo 4,400 soldados, mil guardias nacionales y unos 50 helicópteros del ejército y la Guardia Costera.

El gobierno espera, sin embargo, que con el nombramiento del teniente General Jeffrey S. Buchanan para que se haga cargo de la respuesta a la tragedia, las condiciones en Puerto Rico mejoren rápidamente.

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