La Policía colombiana espera que se prolongue el alto al fuego con el grupo terrorista ELN

22 septiembre 17
La Policía colombiana espera que se prolongue el alto al fuego con el grupo terrorista ELN

El general de la Policía Nacional de Colombia, Álvaro Pico Malaver, que pertenece al comité que negocia en Quito la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dijo que espera que el cese temporal de hostilidades alcanzado recientemente pueda prolongarse más allá del 12 de enero.

«Es nuestra esperanza que podamos prolongar este cese al fuego para alcanzar una paz duradera y estable», señaló Pico Malavar en una intervención en el evento «Conversaciones de Paz de Ginebra 2017», organizado por la ONU en Ginebra, Interpeace y la Plataforma de Ginebra con motivo del Día Internacional de la Paz, informa Infobae.

El alto el fuego bilateral alcanzado por el Gobierno colombiano y la guerrilla del ELN a principios de septiembre se iniciarán el próximo 1 de octubre y se extenderá hasta el 12 de enero de 2018.

El Gobierno colombiano y el ELN mantienen desde febrero pasado conversaciones en la capital ecuatoriana para iniciar un proceso formal de paz similar al que condujo a la firma de un acuerdo con las FARC, ahora convertidas en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

El general colombiano también formó parte del equipo designado por el presidente Juan Manuel Santos para negociar en La Habana durante dos años con las FARC un acuerdo de paz y además es el jefe de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (UNIPEP).

Durante las tres décadas de su carrera profesional, Pico Malaver ha dedicado sus esfuerzos a buscar y procesar a las FARC, porque «era mi mandato constitucional».

«He vivido en mi propia carne el dolor causado por esta guerra fratricida», recalcó, y recordó que, según datos oficiales, en su país hay más de 8,3 millones de víctimas del conflicto armado, de los que 45.000 son policías.

Aún así, en 2015 fue nombrado miembro de un comité técnico que negoció con las FARC en Cuba el fin a un conflicto de 53 años.

«Nos sentamos con estas personas, conversamos con ellos, y tengo que confesar que no fue fácil sentarse al otro lado de la mesa de alguien que ha causado dolor y que hasta ese momento había sido mi enemigo», señaló el general.

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