Fuertemente armados, los policías evacuaron a todos de la concurrida plaza Trafalgar, en el centro de Londres. Acordonaron la zona e impidieron el tráfico. Finalmente el «paquete sospechoso» fue sólo una falsa alarma.
El episodio sucede en medio de días convulsionados para Reino Unido. Luego del atentado del sábado pasado, reivindicado por ISIS, ayer las autoridades debieron realizar una explosión controlada en la spuertas de la embajada estadounidense, también por un vehículo sospechoso.
Hoy, además, se celebran las elecciones en un clima de máxima tensión por la amenaza terrorista.
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