La extensión del hielo marino de la Antártida alcanzó su récord mínimo

15 febrero 17

El resultado de las mediciones preocupa a los científicos

La extensión del hielo marino de la Antártida alcanzó su récord mínimo

 

Por: Infobae

El hielo marino en torno a la Antártida se redujo a la menor extensión de la que se tenga registro después de años de resistirse a la tendencia del calentamiento global provocado por el hombre, mostraron el martes datos satelitales de Estados Unidos.

El hielo que flota en torno al continente congelado usualmente se derrite a su menor nivel del año cerca de fines de febrero, durante el verano austral, antes de expandirse nuevamente cuando comienza el frío del otoño.

Este año, la extensión del hielo marino se contrajo a 2,287 millones de kilómetros cuadrados el 13 de febrero, según datos diarios del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos.

Esa extensión es una fracción más pequeña que el mínimo anterior de 2,290 millones de kilómetros cuadrados registrado el 27 de febrero de 1997, según datos satelitales que se remontan a 1979.

Mark Serreze, director del NSIDC, dijo que esperaría las mediciones de unos pocos días más para confirmar el récord mínimo.

«Pero a menos que ocurra algo raro, estamos viendo un récord mínimo en la Antártida. Algunas personas dicen que ya ocurrió», comentó a Reuters. «Nosotros tendemos a ser conservadores al mirar los promedios de movimiento de cinco días», agregó.

En muchos años recientes, la extensión promedio del hielo marino en torno a la Antártica ha propendido a crecer a pesar de la tendencia general del calentamiento global, atribuida a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, principalmente por la quema de combustibles fósiles.

Los escépticos de los hallazgos de científicos climáticos convencionales han apuntado frecuentemente al hielo marino de la Antártica como evidencia contra el calentamiento global. Algunos científicos han asociado la paradójica expansión del hielo a cambios de los vientos y corrientes marítimas.

«Nosotros siempre hemos pensado en la Antártida como un elefante dormido que está comenzando a moverse. Bueno, quizás está comenzando a moverse ahora», dijo Serreze.