Ausencias y demoras: la difícil adaptación de Melania Trump a su rol de primera dama
03 febrero 17Se tomó casi dos semanas para decidir quién dirigirá su equipo de trabajo y aún quedan vacantes clave por llenar
La Casa Blanca anunció el miércoles en un comunicado que Melania Trump ha designado como jefa de gabinete a Lindsay Reynolds, que trabajó antes en la residencia presidencial durante el gobierno de George W. Bush.
«Estoy reuniendo un equipo profesional y experimentado que se tomará el tiempo de hacer las cosas bien», señaló la primera dama en la nota. Efectivamente, aún quedan varias vacantes por completar en su nómina de colaboradores.
A muchos especialistas en el cargo llamó la atención la designación de Reynolds. No por su currículum, sino porque fue 13 días después de la asunción de su marido como presidente. Lo más habitual es que ya se sepa quién será designado antes de la jura.
Además de Reynolds, solo fue revelada una designación en su gabinete: su amiga de larga data y experta en planificación de fiestas Stephanie Winston Wolkoff como asesora de alto rango. Otras posiciones como secretaria social y portavoz no han sido anunciadas.
Otra cosa que sorprende de Melania es que casi no aparece en eventos oficiales y que aún no reside en la Casa Blanca. Explicó que por el momento seguiría viviendo en el penthouse de Nueva York porque Barron, su hijo de 10 años, va a la escuela en la gran manzana.
Los estadounidenses están acostumbrados a tener una primera dama activa y visible. Nunca en tiempos modernos una primera dama ha evitado mudarse a la Casa Blanca enseguida tras la investidura.
«Ciertamente no hemos visto un fenómeno como este, cuando la primera dama retrasa al menos durante meses su mudanza a la Casa Blanca», dijo Katherine Jellinson, profesora de historia de la Universidad de Ohio.
Melania fue vista por última vez al lado del presidente el 21 de enero en un servicio interreligioso, antes de viajar 90 minutos en helicóptero, avión y caravana a Nueva York el día siguiente. El martes estuvo notoriamente ausente cuando Trump anunció a su elegido para la Suprema Corte. El vicepresidente Mike Pence y el designado Neil Gorsuch llevaron a sus esposas. De hecho, Donald Jr. y Eric, los hijos mayores del mandatario, viajaron desde Nueva York para ese acto.