El líder de Corea del Norte quiere invadir a sus vecinos del Sur y lo podría hacer en menos de una hora.
La comunidad internacional tiene los ojos en las pruebas nucleares de Pyongyang, pero todo parece indicar que los 900 misiles que Corea del Norte tiene apuntando hacia sus vecinos del sur no son la amenaza real. El verdadero peligro estaría bajo tierra, a través de una red de túneles secretos por donde el régimen de Kim Jong-un podría hacer una masiva invasión en muy poco tiempo.
El mismo ejército de Corea del Sur ha reconocido que una invasión terrestre sería mucho peor que un ataque aéreo y temen que haya una infiltración norcoreana subterránea mucho mayor a la que conocen inicialmente. Hasta ahora se conocen solo cuatro túneles, pero estiman que incluso la red puede llegar a 20 conductos.
Las autoridades del Sur temen por la cantidad y las características de esta red de túneles, porque estarían diseñados para transportar hasta 30.000 soldados por hora, lo que supondría una masacre inmediata y volvería a Kim Jong-un una amenaza todavía peor, plantea una publicación de Daily Mail.
Las intenciones de Corea del Norte de invadir el Sur de manera subterránea no son nuevas. El Ejército de Corea del Sur supo de las intenciones de sus vecinos del norte gracias al testimonio de un desertor norcoreano, que dio la voz de alarma a mediados de los años setenta. A partir de ese momento se intensificó la búsqueda de la amenaza de los «topos» norcoreanos, no solo por parte de los militares, sino también por ciudadanos.
Incluso se crearon grupos de «cazadores de túneles» civiles, siendo el más famoso el encabezado por el reverendo cristiano Kim Jin-Cheul, que junto a un grupo de voluntarios compuesto por religiosos, fieles y exsoldados recorre los 238 kilómetros de frontera inspeccionando cualquier socavón o gruta en busca de nuevos túneles.
Fotos: Armada de Estados Unidos