El papa Francisco canonizó a siete nuevos santos

16 octubre 16

Entre ellos un argentino y un mexicano

El papa Francisco canonizó a siete nuevos santos

(Infobae) El papa Francisco proclamó este domingo en el Vaticano a siete nuevos santos, entre ellos al «cura Gaucho», el argentino José Gabriel Brochero, y al «niño mártir», el mexicano José Sánchez del Río, asesinado a los 14 años durante la guerra cristera.

Los dos nuevos santos latinoamericanos, que vivieron a comienzos del siglo XX, representan a la iglesia católica en ese continente: una comprometida con los pobres y enfermos, otra dispuesta a sacrificar la propia vida por su fe religiosa.

Durante la ceremonia fueron canonizados también otros cinco nuevos santos: los franceses Salomón Leclercq (1745-1792) e Isabel de la Santísima Trinidad Catez (1880-1906), el español Manuel González García (1877-1940) y los italianos Ludovico Pavoni (1784-1849) y Alfonso María Fusco(1839-1910).

Miles de personas, entre ellos unos mil argentinos y otros tantos mexicanos, además de religiosos y autoridades como el presidente argentino Mauricio Macri y la ministra francesa de la Ecología, Ségolène Royal, asistieron al evento, además de parientes de los nuevos santos.

El anuncio de la canonización de los dos nuevos santos que vivieron toda su vida en América Latina fue hecho en marzo pasado después de que el papa reconociera que intercedieron en dos milagros, en general curaciones inexplicables.

-Joselito, el niño mártir de México

En la misma ceremonia será canonizado el «niño mártir», José Sánchez del Río, (1913-1928), cruelmente asesinado a los 14 años durante el sangriento conflicto mexicano conocido como la Guerra Cristera, que enfrentó de 1926 a 1929 a las tropas del régimen revolucionario con un movimiento católico campesino que se levantó en armas contra el anticlericalismo del nuevo Estado.

Casi un siglo después, el mártir mexicano, que nació en el pueblo michoacano de Sahuayo, beatificado en 2005 por el papa Benedicto XVI, se convierte oficialmente en santo, al lado de otros mexicanos, entre ellos el indio Juan Diego, canonizado en 2002 por Juan Pablo II.

El santo mexicano más joven de la historia alcanza la gloria de los altares por haber intercedido, según la iglesia, en un milagro: la curación de una niña que nació hace cinco años con un 90% de muerte cerebral.

«Fuimos a misa todos los días para pedirle a Dios y a Joselito que intercediera por mi bebé, que me hicieran el milagro…», contó la madre de la niña, Paulina Gálvez, en la página Facebook del beato.

Unos 17 obispos y 200 religiosos mexicanos viajaron para la ceremonia de santificación de «Joselito», como lo llamaban sus familiares, quien se convirtió en una leyenda en su país por su decisión de defender su credo pese a las torturas a que fue sometido y por no querer pagar para obtener su libertad: «Mi fe no está en venta», dijo, según su biografía.

 

Etiquetas de esta nota