“El Chapo” está flaco y ve borroso, aseguran sus abogados

08 septiembre 19

Defensa legal consideró que el deterioro en el estado de salud

“El Chapo” está flaco y ve borroso, aseguran sus abogados

Por Infobae

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera alias «El Chapo» no la está pasando bien, aseguró Mariel Colón, una de los abogados del ex líder del Cártel de Sinaloa.

En entrevista con la cadena Univisión, Colón aseguró que, al igual que el resto de los presos que se encuentran en la prisión federal ADX Florence  ubicada en Colorado, la rutina diaria del narcotraficante mexicano es pasar 23 horas en su celda y después salir una hora a una jaula en la que toma sol y aire fresco.

Mariel Colón, quien hace dos semanas visitó al narcotraficante en la cárcel, aseguró que el aislamiento en el que vive «El Chapo» ha repercutido en su estado de salud, «se ve mucho más flaco, un poco más apagado», señaló. Y alertó que su visión disminuyó considerablemente.

«En un mes y medio empeoró bastante su vista, no es que esté ciego, pero ve borroso. No puede leer. Necesita lentes (…) No había podido atenderse porque no habla inglés y no pudo pedir un oculista hasta que yo fui», expresó Colón.

«Asumo que fue por las presiones, las tensiones. Puede estar quizás relacionado con el impacto que tiene el aislamiento cotidiano en los presos. El estar en una celda 23 horas al día, sin ver la luz del sol, eso te afecta muchísimo la vista. Porque los presos que están así no pueden usar la vista de larga distancia pues siempre están en un ‘cubo’ y eso les afecta», agregó.

La abogada señaló a Univisión que además, «El Chapo» de 62 años de edad, tiene problemas para poder comunicarse, debido a que en la prisión en la que se encuentra «La Alcatraz de las Rocosas» nadie habla español.

«Se pasa todo el tiempo en aislamiento, nadie habla español, los guardias no hablan español así que se le dificultan muchas cosas» informó Colón. Una de las anécdotas que compartió fue que el capo pidió que le rebajaran el cabello, él dijo «cut», pero entendieron que quería ser rapado, por lo que obtuvo algo que no quería, dijo la abogada defensora.

Mariel Colón expresó que las condiciones impuestas al que fuera el narcotraficante más buscado del mundo son «mucho más duras» a las que tenía en la prisión de Manhattan, en Nueva York en la que había permanecido desde enero de 2017 luego de haber sido extraditado desde México.

Aunque se ha señalado que desde que llegó a la prisión de Colorado recibió en dos ocasiones llamadas de su madre, además de Colón y Marc Fernich, otro de sus representantes legales, nadie más lo ha visitado, ni siquiera sus gemelas de 7 años, las únicas que fueron autorizadas para verlo.

Una de las demandas de la defensa es que se le asignen a su cliente guardias que hablen español y que lo puedan trasladar a una sección de la prisión en la que tenga menos restricciones.

«El Chapo» es vigilado las 24 horas del día mediante una cámara de vigilancia colocada en el techo de su celda la cual nunca se apaga. Duerme en una cama hecha de losa de acero y un colchón delgado, tiene un escritorio de metal, un inodoro y lavabo del mismo material, así como una pequeña televisión con la emisión de programas educativos y religiosos.

Por una pequeña rendija le pasan los alimentos y debe beber el agua del grifo, por regla de la penitenciaría, algo que a él le desagrada.

En días pasados, otro de sus abogados, Marc Fernich, aseguró al Diario de Nueva York que Joaquín «El Chapo» Guzmán se encontraba muy triste.