Fiscal pidió 160 años de prisión para un ex ministro de Guatemala

22 febrero 17

Carlos Roberto Vielmann está acusado de crear en su país un cuerpo parapolicial que asesinó al menos a ocho presos entre 2005 y 2006

Fiscal pidió 160 años de prisión para un ex ministro de Guatemala

Un fiscal español mantuvo este martes la petición de 160 años de cárcel para el ex ministro de Gobernación de Guatemala Carlos Roberto Vielmann, juzgado en España por la creación de un cuerpo policial clandestino en su país.

En las conclusiones del juicio contra Vielmann que se celebra en la Audiencia Nacional española, el fiscal Pedro Martínez Torrijos defendió esa petición al entender que el guatemalteco estaba detrás de los asesinatos de los presos.

Según el fiscal, el grupo policial creado por Vielmann llevó a cabo varias actividades delictivas, entre ellas la ejecución de ocho presos, uno de ellos fue asesinado en 2005 tras fugarse de la cárcel conocida como «El Infiernito», aunque las acusaciones particulares elevan la cifra a tres.

Los otros siete asesinatos se habrían producido un año después, durante el asalto a otro centro penitenciario, la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón, por parte de las fuerzas de seguridad.

Según argumentó Martínez Torrijos, el acusado debía saber lo que hacían sus subalternos y, además, no investigó nada de los sucedido con los presos.

La Fiscalía considera a Vielmann autor de ocho delitos de asesinato y pide 20 años de prisión por cada uno de ellos, 40 años menos que la acusación popular, que representa a familiares de las víctimas.

Esta acusación también ha mantenido los 200 años de cárcel que reclamaba para el ex ministro guatemalteco, a quien atribuye el asesinato de dos presos más en «El Infiernito», hasta un total de diez, y solicita por cada uno de ellos 20 años de cárcel por un delito de crímenes contra la humanidad.

El abogado que representa a las víctimas, Manuel Ollé, destacó en el juicio que el objetivo de Vielmann eran «los presos incómodos», que eran asesinados «como un animal o como si fueran mercancía».

«No se si se va a poder probar que hubo una orden expresa o tácita de Vielmann a sus superiores para que se produjera eso», reconoció Ollé, pero defendió que no es necesaria tal prueba porque se le puede declarar responsable «por haber incumplido su obligación de evitar los delitos».

Vielmann, dijo, «permaneció impasible» durante la toma a la cárcel de Pavón, a donde acudió en persona para supervisar la operación y encabezó el centro de mando.

En las primeras jornadas del juicio, Vielmann, que tiene nacionalidad española desde 2009, negó haber ordenado el asesinato de los presos.

Dijo que en 2010 viajó a España para asistir con su esposa a la graduación de un máster de su hijo en Barcelona y que no volvió a Guatemala al considerar con sus abogados que no se daban las condiciones de seguridad judicial ni personal, ya que «sufría una persecución política».

La vista proseguirá mañana con la exposición de las conclusiones por parte de la defensa de Vielmann y con su turno de última palabra, tras lo que quedará previsiblemente visto para sentencia.

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