Casa Blanca: «Si los burócratas tienen objeciones sobre la política migratoria, o siguen el programa o se marchan»

30 enero 17

Criticó duramente a diplomáticos que firmaron documento en contra de orden ejecutiva del republicano

Casa Blanca: «Si los burócratas tienen objeciones sobre la política migratoria, o siguen el programa o se marchan»

 

Por: Infobae

Los diplomáticos estadounidenses que tienen objeciones a la nueva política de Washington sobre restricciones de viajes para inmigrantes o refugiados extranjeros deben seguir las instrucciones o dejar sus puestos, dijo este lunes el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.

«¿Estos burócratas de carrera tienen problemas con esto? Pienso que deben seguir el programa o irse. Esto se refiere a la seguridad de Estados Unidos. Es la razón por la que la mayoría de los estadounidenses está de acuerdo con el presidente», expresó el vocero en rueda de prensa.

El portavoz interino del Departamento de Estado, Mark Toner, confirmó que un número aún no revelado de diplomáticos estadounidenses firmaron un documento en contra el decreto sobre inmigración firmado el viernes por el presidente Donald Trump.

«Tenemos conocimiento de un mensaje de disenso que está circulando contra la orden ejecutiva», dijo el vocero interino del Departamento de Estado, Mark Toner, quien afirmó que el documento aún no ha sido formalmente presentado.

El Departamento de Estado posee un mecanismo formal, llamado «Canal de Disenso», desde la Guerra de Vietnam (1955-1975) para que los empleados puedan expresar su disconformidad a las altas esferas de la diplomacia estadounidense sin temor a represalias, y los documentos allí archivados deben recibir una respuesta oficial en un plazo de entre 30 y 60 días.

En el mensaje, los diplomáticos expresan su oposición a la parte del decreto firmado este viernes por Trump que prohíbe durante 90 días la entrada al país a los ciudadanos de Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán.

«Esta prohibición, que solo puede levantarse bajo condiciones que a los países les resultará difícil o imposible cumplir, no alcanzará su objetivo señalado de proteger al pueblo estadounidense de ataques terroristas de ciudadanos extranjeros que ingresen en Estados Unidos», advierten los firmantes del documento.

«Además, esa política va en contra de importantes valores estadounidenses como la no discriminación, el juego limpio y la bienvenida a los visitantes extranjeros y los inmigrantes», añaden.

Los firmantes del documento alertan de que el veto «amargará inmediatamente las relaciones» con los siete países afectados «y buena parte del mundo musulmán, que considera que la prohibición ha estado motivada por la religión».

«Al alienarlos, perdemos acceso a la inteligencia y los recursos que necesitamos para combatir las causas que están en la raíz del terrorismo en el extranjero, antes que haya un ataque en nuestro país», denuncian los diplomáticos, preocupados además por un aumento en el «sentimiento antiestadounidense» en el mundo.

También advierten de que el requisito impuesto a los países para que el veto se levante —garantizar que cada individuo que pide visado es quien dice ser y no una amenaza— es demasiado «vago y nebuloso» para que esos gobiernos puedan o quieran cumplirlo.